El cáncer infantil es la primera causa de muerte por enfermedad tras el primer año de vida en los países desarrollados

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Día Internacional contra el Cáncer Infantil

¿Cómo explicar a un niño que tiene cáncer?

El niño, a pesar de padecer cáncer, continúa siendo niño, por lo que no hay una regla que sirva para todos los padres a la hora de hablar sobre cómo gestionar la enfermedad. Hay que favorecer la comunicación familiar, ayudar a los niños a entender la enfermedad y prepararlos para afrontar el tratamiento.

Cada año en España cerca 1.400 niños menores de 18 años padecen cáncer, un diagnóstico que puede ser complicado de entender por los menores y que es unos de los momentos más difíciles por los cuales sus padres han de pasar, comenta Tània Estapé, psicooncóloga de la Fundación contra el Cáncer (FEFOC), quien entiende que "no siempre es obligatorio explicar al niño que tiene cáncer", ya que hay que tener en cuenta factores como la enfermedad, la edad y su personalidad.

Este miércoles, 15 de febrero, es el Día Internacional contra el Cáncer Infantil, la primera causa de muerte por enfermedad en los niños menores de 14 años. No obstante, la supervivencia de niños diagnosticados con cáncer a los de 5 años es del 75%, de hecho se ha observado un aumento del 43% en la supervivencia de pacientes diagnosticados desde el 1980 hasta 2006 y una disminución del riesgo de muerte a los 5 años siguientes al diagnóstico del 50%.

El niño, a pesar de la enfermedad, continúa siendo niño, y no hay una regla que sirva para todos a la hora de hablar sobre cómo gestionar la enfermedad. "Hay que tener en cuenta las características personales del niño, como si es más aprensivo o nervioso", comenta la experta de Doctoralia, quien considera que a veces es conveniente esperar hasta que se crea necesario y no autopresionarse por hacerlo.

Una vez conocido el diagnóstico del niño es normal que la familia caiga en una espiral negativa, sobre todo si se trata de un niño pequeño, pues hay una relación inversamente proporcional entre el grado de ansiedad y depresión de los padres y la edad del enfermo, explica la psicooncóloga. "Es lógico tener sentimientos negativos pues una enfermedad así en un niño no es esperable ni corresponde a nuestras expectativas de ciclo vital", afirma.

Por ello, "lo primero que hay que hacer es aceptar las emociones negativas pues son totalmente coherentes a la situación". No obstante, apuesta por el control y el apoyo de profesionales, ya que los niños y sus familiares viven esta experiencia miedo. El tratamiento suele ser un proceso agresivo que conlleva momentosdifíciles para todos. Por lo que es necesario desarrollar acciones dirigidas a minimizar las alteraciones emocionales y la interrupción del adecuado desarrollo del niño enfermo.

La Asociación Española contra el Cáncer recomienda programas que ofrezcan una atención integral y que estén desarrollados por equipos multidisciplinares (psicólogos, trabajadores sociales, voluntarios) en colaboración con el equipo médico asistencial del hospital y el profesorado del aula hospitalaria.

Asimismo, recuerdan que es fundamental ayudar a los padres a manejar el estrés asociado al diagnóstico y al comienzo del tratamiento, instruirles para que puedan apoyar a sus hijos durante la enfermedad, entrenamiento en pautas para favorecer la comunicación familiar, ayudar a los niños a entender la enfermedad y prepararlos para afrontar el tratamiento.

Al igual que pasa con la enfermedad, hablar de la muerte asociada al cáncer puede resultar complicado, sin embargo dependerá de los valores culturales y familiares, pues tal y como señala la experta, "no hay una respuesta unívoca".

"Hay que tener en cuenta que los niños, hasta más o menos los 9 años, no tienen establecida la idea de muerte, así que intentar antes imponer explicaciones que no van a poder asumir es complicado. Tenemos que ser muy cuidadosos pues los niños pueden preguntar sin tener demasiado claro lo que preguntan", añade.

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