Marc que sufre Síndrome de West junto a Coco

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DENTRO DE UN PROYECTO PIONERO

Coco es el primer perro de asistencia médica para detectar las crisis de epilepsia

La Universidad de Alicante ha puesto en marcha este proyecto para la investigación del proceso de detección de crisis de epilepsia con perros.

Coco, un golden retriever de poco más de un año, lleva desde cachorro con su dueño, Marc un niño con Sindrome de West. El perro está entrenado para detectar con antelación un posible ataque de epilepsia de Marc, esto puede evitar golpes, caídas e incluso Coco puede colocar al paciente en un lugar y una posición segura.

Hace unos días, la organización de adiestradores caninos de Alicante ACEA recibió la certificación de “Coco” como perro de asistencia médica para detectar las crisis de epilepsia de Marc. “La mejora de la calidad de vida del paciente y familiares que conviven con Coco es altísima, pero se trata de un proceso largo que necesita mucha dedicación por parte de la familia y del adiestrador durante alrededor de un año”, explica la directora del proyecto Mª Carmen Carretón.

En todo el mundo hay 50 millones de personas que padecen epilepsia, y en ellas ha pensado la Universidad de Alicante (UA) al iniciar el proyecto para la investigación del proceso de detección de crisis de epilepsia con perros. Con el objetivo de mejorar la autonomía, independencia y calidad de vida de enfermos y familiares.

Algunos estudios científicos desarrollados en Estados Unidos demuestran que los animales de compañía reducen las arritmias cardíacas y la frecuencia de las crisis, factores relacionados con la muerte súbita en epilepsia, han explicado fuentes de la UA. Otra ventaja de los perros de alerta médica pueden anticiparse a una crisis entre 8 y 15 minutos antes de que se produzca.

A pesar de las múltiples investigaciones, no existen datos clínicos que involucren a animales de compañía en epilepsia y faltan datos que demuestren claramente qué sustancia o sustancias presentes en los fluidos corporales de un paciente detecta un perro para anticiparse al ataque. En este marco, la Universidad de Alicante de la mano de un equipo multidisciplinar que cuenta con investigadores médicos y científicos, así como de expertos en adiestramiento, pretende buscar las moléculas marcadoras de las crisis de epilepsia.

“En muchos casos, pequeños cambios en el comportamiento o en el estado de ánimo de los pacientes pueden ser detectados por estos animales, pero la posibilidad de que los perros puedan sentir y responder ante cambios fisiológicos no se puede descartar.”, señala Carretón

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