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AQUÍ EL GUÍA ES QUIEN NO PUEDE VER

Cenar a ciegas y con camareros invidentes, una nueva experiencia para empatizar con quienes sufren ceguera

Este tipo de actividad, cercana a las dos horas y donde se mexclan texturas, sabores, olores y formas ayuda a meterse en la piel de una persona que sufre ceguera, para entenderlos mejor.

Cenar a ciegas y con camareros invidentes. Es una nueva experiencia para empatizar y ponerse en la piel de quienes tienen que convivir con la ceguera.

En el comedor, donde no se ve absolutamente nada, se cambian los papeles. Y quien guía es, precisamente, el que no ve.

Sin luz, atendidos por Belinda, una guía muy especial: es invidente y es quien guía a los comensales, que no verán absolutamente nada, con la luz apagada y una triple cortina que asegura que no se pueda ver.

Es una experiencia para ambos y el menú, secreto, mezcla texturas, formas y colores, y al salir confunden carne con pescado.

Cuando descubren los platos, cara de asombro por esta experiencia de unas dos horas que, sin duda, es muy sensorial.

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