En la playa de El Palmar en Cádiz se encuentra un foco irregular de viviendas y barracones en una zona cada vez más de moda. Las parcelas se han ido comprando sobre el terreno troceado y se instalan casas ilegales o prefabricadas que luego se alquilan a los turistas.
Hay casi mil viviendas irregulares, y la situación resulta insostenible. Las antiguas parcelas rústicas pueden venderse pero no trocearse, y eso es precisamente lo que se está haciendo desde hace años. Muchas de ellas no tienen ni agua corriente, ni saneamientos.
El Palmar ve multiplicada por diez su población ante la época estival. Son miles los turistas atraídos gracias a la naturaleza y al encanto de sus playas.
Ante tal reclamo de alojamientos, son muchos los vecinos los que arriesgan y compran o adquieren subdivisiones de fincas rústicas que es una práctica ilegal para instalar de un día para otro barracones que alquilan a los turistas por hasta casi 200 euros la noche pero que no cumplen con las condiciones mínimas de habitabilidad y seguridad.
Su finalidad inicial es la de almacenar materiales de obra y otros enseres pero son cientos los vecinos que en la zona de Vejer de la Frontera se lucran alquilando los barracones para los turistas.
"Lo que la gente hace es comprar cualquier prefabricado y en una tarde lo tienen montado", dice Daniel Sánchez, teniente alcalde de Vejer de la Frontera. "Esto para un ayuntamiento como el de Vejer es muy complicado abordarlo porque tenemos que seguir unos procedimientos administrativos".
El Palmar se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos turísticos más demandados. La escasez de alojamiento ha despertado la picardía de los que muchos consideran el negocio redondo. Se anuncian en conocidas páginas de alquiler de apartamentos por Internet.
