Lentes de contacto

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INSISTEN EN NO BAÑARSE CON ELLAS PUESTAS

El uso prolongado de lentillas constituye un riesgo de sufrir infecciones, más en verano

Usar mucho tiempo las lentes de contacto y descuidar sus medidas de desinfección puede llegar a provocar una infección de córnea, problema que se incrementa en los meses estivales. Los especialistas aconsejan extremar las medidas de higiene de los ojos.

El uso prolongado de las lentes de contacto y descuidar sus medidas de desinfección puede llegar provocar una queratitis bacteriana, infección de la córnea que suele incrementarse en los meses de verano al bañarse con ellas puestas en piscinas tratadas con cloro y productos químicos. 

Así lo han advertido especialistas del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, que han aconsejado extremar las medidas de higiene de los ojos, especialmente en verano y en aquellos que son portadores de lentes de contacto.

La queratitis bacteriana es una de las infecciones de la córnea por bacterias que suelen incrementarse en los meses estivales, debido, en gran parte, al mal uso de las lentes de contacto.

El Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, José Francisco Marí, ha explicado que la queratitis bacteriana es más frecuente en portadores de lentes de contacto o tras una erosión corneal y puede ser grave si no se trata de forma temprana, ya que puede llevar a cicatrices corneales que requieran un trasplante de córnea para curarse. 

"En verano suele haber más casos, sobre todo por el mal uso de las lentes de contacto como por ejemplo bañarse con ellas puestas, o dormir con ellas", ha advertido el especialista. Los especialistas aconsejan extremar las medidas de higiene prestando especial atención al hecho de bañarse en piscinas tratadas con cloro y productos químicos.

En este sentido, insisten en que "nunca" hay que bañarse con las lentes de contacto puestas, pues el riego de infecciones es "muy alto" y suelen ser "más graves y más difíciles de solucionar", como la queratitis por acanthamoeba. Además, existe el riesgo de perder las lentes de contacto al entrar en el agua o de que entre arena en el ojo y se produzcan erosiones corneales.

Algunos de los síntomas de alerta que pueden indicarnos que existe una infección de este tipo son "dolor, pérdida de visión, lagrimeo, fotofobia, y en ocasiones se puede apreciar una mancha blanquecina sobre la córnea". 

Según el Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico, ante estos síntomas es aconsejable acudir al especialista en el menor tiempo posible. Marí aconseja seguir una serie de recomendaciones higiénicas simples para evitar cualquier tipo de infección ocular, como bañarse en piscinas siempre con gafas de natación para evitar infecciones o conjuntivitis tóxicas por los productos químicos.

Pero no solo hay que tomar medidas relacionadas con la higiene y las lentes de contacto, sino que proteger los ojos del sol es una medida igual de importante y que está ocasionando problemas a largo plazo. Marí ha insistido en la conveniencia de proteger los ojos del sol lo máximo posible con unas gafas solares de calidad, evitando adquirirlas en establecimiento que no ofrezcan garantías de seguridad. Esto es fundamental en el día a día y también para el futuro, con el fin de evitar una de las "plagas oculares" que más se están extendiendo: la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que suele aparecer a partir de los cincuenta años.

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