Publicidad

ACONSEJAN USAR AURICULARES

El uso del móvil puede ser cancerígeno en niños

El uso de teléfonos móviles puede producir cáncer de cerebro en los niños y por ellos los expertos en epidemiología ambiental aconsejan el uso de auriculares o altavoz, o que se envíen mensajes, pero que no pongan el aparato en contacto con la oreja, y si lo hacen, que sea a una distancia prudencial.

Según un estudio realizado por expertos en epidemiología ambiental existen indicios de que los teléfonos móviles pueden ser cancerígenos en los adultos, pero más aún en el caso de los niños ya que su cerebro es más pequeño.

Por ello, los científicos recomiendan alejar el móvil a una distancia prudencial de la oreja, usar auriculares o altavoz a la hora de hablar por el móvil y de este modo disminuir las posibilidades de sufrir la enfermedad.

El director del centro de investigación en epidemiología ambiental ha afirmado en su ponencia en un congreso mundial realizado en Barcelona, que hay evidencia de los efectos de las radiaciones no ionizantes de los móviles.

Ha explicado que aunque en este encuentro no hay resultados nuevos porque los últimos estudios en los que se clasificaron a los móviles como posiblemente cancerígenos los publicó hace poco la OMS, sí se va a presentar el protocolo de un nuevo estudio que financiará la Unión Europea, con una aportación inicial de 3,5 millones.

El estudio denominado "Mobi-Kids" servirá para identificar el riesgo de cáncer de cerebro en personas jóvenes, adolescentes y jóvenes adultos, debido al teléfono móvil. Ha asegurado que actualmente hay mucha preocupación en este sentido porque la exposición de los móviles es muy limitada en el espacio y muy localizada, en dos o tres centímetros, y es muy difícil que provoque otras cosas que no sea cáncer de cerebro.

Según este investigador, hay indicios en estudios en adultos de que pueden ser cancerígenos y se han cuantificado incluso la dosis de radiaciones que pueden ser perjudiciales. En este sentido, ha añadido que hay que tener en cuenta que los niños, al tener el cerebro más pequeño que un adulto, pueden ser más susceptibles a estas radiaciones.

Publicidad