Riesgos cardiovasculares

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ENTRE LAS 6:00 Y LAS 10:00

Los riesgos cardiovasculares aumentan un 40% por las mañanas

Con el despertar, aumenta la presion arterial y el riesgo máximo de sufrir un infarto, un ictus o un episodio de muerte súbita, según José Ramón González-Juanatey, presidente de la Sociedad Española de Cardiología.

El riesgo de padecer un infarto, un ictus o un episodio de muerte súbita aumenta un 40 por ciento durante las primeras horas del día, concretamente entre las 6:00 y las 10:00 horas, ha destacado este viernes José Ramón González-Juanatey, nuevo presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

El doctor González-Juanatey ha dirigido una sesión del XLVIII Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares de la SEC, que se celebra en Sevilla, en la que ha explicado los factores que influyen en el organismo y que son los responsables de esta subida de la presión arterial que, a su vez, aumenta el riesgo cardiovascular.

Entre las 6:00 y las 10:00 horas, el organismo libera catecolamina, una hormona que aumenta la presión arterial, favorece una mayor agregabilidad de las plaquetas y, en consecuencia, un mayor riesgo de que se generen trombos, y además, el sistema fibrinolítico del individuo, que combate la formación de coágulos en los vasos sanguíneos, tiene una actividad más baja. Todos estos factores, que coinciden con el despertar, aumentan la presión arterial y el riesgo máximo de que se origine una enfermedad cardiovascular, principalmente un infarto, un ictus o un episodio de muerte súbita.

El presidente de la SEC ha alertado de la importancia de controlar este pico matutino de la presión arterial, especialmente en el caso de los pacientes hipertensos: "A esas horas la muerte súbita por arritmias se concentra y hay un mayor riesgo, por lo que es imprescindible que tomen de forma regular sus pastillas y que sea incluso su primer gesto de la mañana, tras despertarse y antes de iniciar cualquier actividad".

Por ello, las personas con una presión arterial elevada y los cardiópatas deben de evitar practicar ejercicio físico en las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, en las que se vuelve a dar otro pico de presión arterial.

El doctor González-Juanatey también ha recordado que el ritmo circadiano del organismo funciona como un reloj biológico interno y está condicionado por el ritmo vigilia-sueño, por lo que los trabajadores nocturnos suelen tener un ritmo cardiovascular más elevado ya que les resulta más difícil tener su reloj biológico equilibrado.

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