Los expertos recomiendan vigilar la piel de los niños constantemente, estar pendientes de cualquier variación, porque es el órgano que más cambia. Las visitas en dermatología pediátrica se multiplican y la más frecuente es la dermatitis atópica.
“Porque es una enfermedad que afecta al 10 % de los niños, y porque disminuye mucho la calidad de vida de los niños que la padecen, y la de sus padres”, asegura Ricardo Ruiz Rodríguez, director de la Clínica Dermatológica Internacional (CDI).
La dermatitis atópica aparece en la piel sensible. Desarrolla eccemas con frecuencia y necesita estar hidratada. Es difícil de curar, pero fácil de manejar, con un “tratamiento básico con corticoides tópicos a los que no hay que temer”, dice Marta Feito Rodríguez, dermatóloga de la CDI.
De eso por ejemplo se ha hablado en la Fundación Ramón Areces, en la capital española, donde se han reunido los mejores en dermatología pediátrica. Se abordan problemas que afectan a los más pequeños y a los mayores. Un problema muy común es el acné.
El acné “te puede dejar secuelas que son cicatrices para toda la vida”, recuda el doctor Ruiz Rodríguez.
Cada problema hay que abordarlo de diferente manera. Hay que preocuparse cuando, por ejemplo, al niño se cae demasiado pelo. Detrás de ello puede haber una enfermedad, un déficit nutricional, una infección vírica, estrés... y por ello es necesaria la consulta.
“Y a veces son niños que se ven afectados en su calidad de vida y que tienen problemas de integración social y escolar”, señala Gloria Garnacho Saucedo, dermatóloga de la CDI.
Se apuesta por una formación específica de los dermatólogos. La ciencia avanza y hablan ya de una revolución terapéutica destinada a cuidar nuestra piel desde pequeños.
