Doctor Bartolomé Beltrán

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EN BUENAS MANOS

Párkinson en la farmacia

Está muy bien la iniciativa que ha tenido lugar en Albacete de la mano de la Asociación del Párkinson. Con motivo de su décimo aniversario ha celebrado una sesión informativa en Medicina como primer acto conmemorativo. Profesionales, estudiantes, asociaciones, enfermos, familiares y público en general acudieron a la 'Jornada de la Enfermedad de Párkinson' que tuvo lugar en el Aula Magna de la  Facultad de Medicina de la ciudad castellano manchega.

En el encuentro se trataron los orígenes de creación de la Asociación del Párkinson de Albacete y se presentó la campaña de concienciación sobre la enfermedad que se va desarrollar en las 244 oficinas de farmacia de la capital y la provincia, fruto de la colaboración de las cinco asociaciones de párkinson de la provincia y el Colegio de Farmacéuticos.

Pero lo importante es que a instancias del Día Mundial del Párkinson que se celebra esta semana se vaya combinando la relación paciente, médico y farmacéutico en ese triángulo esencial para la atención a los ciudadanos en el elemento más primario. Lo mejor es que a instancias de determinados síntomas es posible conseguir controlar a los pacientes lo más precozmente posible porque el párkinson es una enfermedad crónica, de larga evolución y curso progresivo.

El deterioro motor y las complicaciones en relación a la toma de medicación conllevan un importante grado de incapacidad, aunque la evolución es variable. En el momento actual, el tratamiento quirúrgico mediante estimulación o lesión de núcleo subtalámico o globo pálido interno proporciona una gran mejoría en la calidad de vida de estos pacientes.

En cuanto a los síntomas podemos asegurar que afectan mayoritariamente a la función motora. Entre ellos se encuentran torpeza generalizada con lentitud en la realización de movimientos, escasa motilidad espontánea, temblor de reposo y rigidez.

Manifestaciones típicas son la inexpresividad facial, la escasez de movimientos automáticos, como el parpadeo o el braceo al caminar, la inclinación del tronco hacia delante durante la marcha.

Al aumentar la duración de la enfermedad, pueden aparecer otros síntomas como un deterioro de la marcha, sobre todo al iniciarla y en los giros; cierto grado de depresión o de disfunción autonómica (urgencia e incontinencia miccional, trastornos del sueño); alteración de los reflejos de reequilibración (dando lugar a caídas); y en algunos casos, tras muchos de años evolución, cierto deterioro cognitivo.

Así pues ante esta patología neurodegenerativa del SNS que cursa con síntomas motores, no motores y cognitivos, que perjudica la calidad de vida y autonomía tanto de las personas afectadas como de sus cuidadores, los farmacéuticos han puesto el foco de su mirada también clínica para poder estar atentos a aquellas personas que a partir de los sesenta años inician este camino hacia el temblor de reposo.

Sabemos que aproximadamente el cinco y el diez por ciento de los pacientes con enfermedad de Parkinson tienen antecedentes familiares, por lo que todo apunta a una posible causa genética. Así que hay que estar atentos porque sin diagnóstico precoz hay menos esperanza. Seguro.

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