Un perro de asistencia transporta el oxígeno necesario para la vida de su dueña, de 3 años

Alida Knoblock, una niña estadounidense de tres años, nació con hiperplasia neuroendocrina, lo que significa que sus pulmones tienen dificultad para absorber oxígeno.

Su vida, por tanto, está ligada a la de una bombona de este gas, el cual necesita llevar siempre consigo. Todo sería muy complicado para Alida de no ser por Mr. Gibbs, un perro que transporta las bombonas por ella, ya que son demasiado pesadas para que la niña pueda hacerlo. Gibbs, un perro de raza Goldendoodle, ha sido entrenado especialmente para seguir a Alida allá donde se diriga, otorgándole mayor libertad de movimiento.

Antes de que Mr. Gibbs llegara a su vida, los padres de Alida lucharon por encontrar una solución, que llegó mediante un programa de televisión en el que oyeron hablar de 'perros de asistencia'. Los Knoblock entendieron que si un perro puede ser entrenado para guiar a personas ciegas, también podría hacerlo para ayudar a su hija.

Y ahora Alida y Mr. Gibbs disfrutan jugando y corriendo juntos en el parque. La pequeña considera que el can es "su mejor perro". Su madre, Debbie, una enfermera de 39 años, explica que la niña y el perro están "creciendo juntos" y "aprendiendo más cada día". "Ella quiere a Mr Gibbs y el perro la adora también. Simplemente intentamos hacer su vida más sencilla. Es un salvador de cuatro patas".

Hiperplasia neuroendocrina, una enfermedad rara
La enfermedad que sufre Alida Knoblock fue descubierta en 2005 y afecta a 800 personas en el mundo. Los pulmones de quienes padecen dicha dolencia son incapaces de absorber oxígeno con normalidad.