Implantes de polímeros biodegradables

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EVITARÁ LAS SEGUNDAS OPERACIONES PARA EXTRAER CLAVOS

Investigadores españoles utilizan biovidrio para regenerar huesos dañados

Estos compuestos podrían reparar fracturas de huesos o regenerar defectos óseos. Este material sustituye temporalmente al hueso y lo alienta a regenerarse, para poco a poco desaparecer a medida que éste vuelve a su lugar.

Investigadores del Departamento de Ingeniería de Materiales de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han incorporado biovidrio al polímero biodegradable que se usa en los implantes óseos, resultando un material más rígido que favorece la regeneración del hueso, con el objetivo de evitar las segundas intervenciones que se efectúan en los pacientes con implantes metálicos.

José Ramón Larrañaga y Aitor Sarasua, de la UPV/EHU sintetizaron y dieron forma a bioimplantes con un polímero biodegradable como componente principal, es decir, un material que desaparecerá gradualmente a medida que el hueso ocupe su propio lugar, y biovidrio, un agente bioactivo que ayuda al hueso a regenerarse y da a los polímeros propiedades mecánicas difíciles.

"Elimina las operaciones para extraer clavos"

El sistema de polímero biodegradable y biovidrio es más rígido y más resistente que el polímero solo, según sus estudios, publicados en 'Polymer Degradation and Stability'. Estos sistemas, denominados 'composite', se pueden fabricar por medio de procesos termoplásticos que utilizan el calor.

"Estos compuestos con una base de polímero biodegradable son los candidatos con un futuro brillante en la reparación de fracturas de huesos o en la regeneración de defectos óseos", dice el profesor Sarasua. De hecho, después de que el material sustituye temporalmente al hueso y lo alienta a regenerarse, poco a poco desaparece a medida que éste vuelve a su lugar.

"Esto elimina la necesidad de las segundas operaciones requeridas hoy en día para extraer los clavos y otras partes que se insertan con el fin de apoyar de alguna manera los huesos en importantes interrupciones por encima de un tamaño crítico, con todas las ventajas que tiene de toda una serie de perspectivas", concluye.

Los huesos son capaces de regenerarse si sufren daños leves, pero si el daño supera un cierto grado, el hueso carece de la capacidad de reparación. Cuando las rupturas son demasiado grandes, los huesos necesitan que se les ayude e, incluso hoy en día, se insertan clavos de metal o de otros componentes para ayudarles a repararse. Una vez que el hueso se repara se realiza segunda operación para extraer estos componentes, por lo que el objetivo de estos nuevos materiales o implantes es, entre otras cosas, eliminar la necesidad de esa segunda operación.

Al sustituir provisionalmente el hueso y estimular posteriormente su regeneración, el material implantado va despareciendo paulatinamente a medida que el hueso va recuperando su posición natural.

Así, "en la actualidad, en grandes fracturas óseas que superan un tamaño crítico, se evitan las segundas operaciones necesarias para retirar los clavos y las piezas colocadas para sujetar los huesos, con todas las ventajas que ello conlleva", añade.

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