La hiperhidrosis no tiene cura, pero hay tratamientos que controlan el sudor excesivo

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CON ESTA ENFERMEDAD EL SUDOR REBASA LOS LÍMITES

La hiperhidrosis puede afectar a la calidad de vida

Sudar es importante para eliminar toxinas y mantener la temperatura corporal. Pero el problema llega cuando es exagerado e incontrolable y nos provoca inseguridad, estrés y baja autoestima. Es lo que se llama hiperhidrosis, una enfermedad que afecta al 3% de la población en España.

Es verdad que todos transpiramos más en verano. Sin embargo, cuando los niveles de sudoración se reflejan exageradamente en la ropa y en manos completamente mojadas, estamos hablando de una enfermedad, la hiperhidrosis.

El dermatólogo Alfonso Sanz, del Hospital Ruber Internacional de Madrid, nos explica cómo detectar este problema y cuáles son las opciones para tratarlo. “Cuando el sudor rebasa los límites y es de origen desconocido, es decir, que no lo causa ningún medicamento o enfermedad, entonces estamos hablando de hiperhidrosis. Una enfermedad que afecta al tres por ciento de la población en España”, comenta.

Esta enfermedad se caracteriza por la sudoración localizada en las axilas, parte superior del rostro y plantas de pies y manos, los cuales pueden terminar empapados a pesar de que no haga tanto calor.

Para detectarla se realiza un cuestionario al paciente que determina cómo y cuánto influye el sudor en su vida. Después, mediante una prueba llamada test de Minor, se hace un cálculo de los litros que se pierden al día.

“Hay cuatro niveles y es este test el que determina en cuál está el paciente. El nivel 1 permite convivir con la sudoración y el cuarto es aquel que más afecta a la vida del afectado, que haya perdido una oportunidad de empleo o le produzca un grave estrés”, comenta el dermatólogo.

Síntomas
El principal problema de esta enfermedad es que el afectado pierde la confianza en sí mismo ya que, hasta saludar a alguien con un apretón de manos, le resulta vergonzoso. Además, su desempeño laboral se puede ver mermado.

“Las personas que se dedican a las relaciones públicas deben cuidar mucho su imagen y con una afectación de este tipo es complicado. Eso las vuelve inseguras y muchas veces prefieren aislarse o buscar otro trabajo”, señala Alfonso Sanz.

A su vez, esto lleva a la persona a momentos de estrés, otro detonante para la sudoración en exceso, convirtiendo la situación en un círculo vicioso.
Tratamientos, temporales pero efectivos

Desafortunadamente, la hiperhidrosis no tiene cura y aparece desde la adolescencia, disminuyendo progresivamente en la senectud, lo que significa que el afectado debe aprender a convivir con ella. Lo bueno es que hay tratamientos que ayudan a disminuir el flujo, como antitranspirantes con cloruro de aluminio o, para los casos más crónicos, la inyección de toxina botulínica tipo A.

“A los cinco días de haber aplicado la toxina, el paciente comienza a notar la disminución de la sudoración hasta el grado de que desaparece”, señala el experto.

La inyección a fondo
Según nos explica el dermatólogo, el efecto de la toxina botulínica dura hasta cinco meses, es seguro aplicarla cada vez que vuelve el sudor y sus contraindicaciones son pocas. “No se puede aplicar cuando el paciente está tomando relajantes musculares que puedan interferir o si tiene alguna afectación que produzca debilidad en el músculo”, subraya.

El procedimiento lo debe realizar un profesional y consiste en inyectar a nivel subdérmico la sustancia en las zonas afectadas con pequeños pinchazos. Esto produce el bloqueo de las glándulas del sudor sin producir daño.

En el caso de las plantas de los pies y las manos, se debe utilizar anestesia local, pues es un poco más doloroso que en las axilas y el rostro.

¿Y si le temo a las inyecciones?
Si aún no te decides a someterte a este tratamiento, el doctor Sanz recomienda utilizar los productos tópicos ya mencionados pero además, da una lista de lo que puedes hacer para no atraer a la sudoración.

- Evitar lugares calurosos.

- Utilizar prendas no ajustadas y hechas de telas que permitan transpirar y que disimulen las manchas.

- Llevar plantillas especiales en los zapatos que absorban el sudor.

- Utilizar calzado abierto, como sandalias.

- Y muy importante, evitar el estrés y ganar seguridad pues así se suda menos y así se podrá controlar la situación.

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