Ratón de laboratorio

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AUMENTA LA ESPERANZA DE NUEVOS TRATAMIENTOS FUTUROS

Un experimento consigue que ratones con principio de Alzheimer recuperen sus recuerdos

Un nuevo estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, prueba que los recuerdos siguen almacenados en el cerebro, aunque no resulte fácil acceder a ellos. Los neurocientíficos del MIT han logrado recuperar recuerdos perdidos en ratones con síntomas de Alzheimer precoz.

Los pacientes con Alzheimer a menudo son incapaces de recordar experiencias recientes. Su cerebro se muestra incapaz de recordar caras o lugares cotidianos, por ejemplo. Pero, en realidad, no es que no haya procesado los hechos, sino que no recuerda dónde ha guardado esos datos. Ahora sabemos que estos recuerdos podrían ser recuperados, según indica un experimento realizado en ratones por neurocientíficos estadounidenses del Instituto tecnológico de Massachusetts.

Han descubierto que esos recuerdos siguen almacenados en el cerebro, pero que no se puede acceder fácilmente a ellos y que con la estimulación de las células del cerebro con luz se pueden recuperar los recuerdos en ratones con pérdida de memoria similar al Alzheimer.

La estimulación de las células del cerebro con luz parece ser la clave, ya que gracias a ella se han recuperado los recuerdos en ratones con una pérdida de memoria similar al Alzheimer, tal y como prueba la investigación, que ha sido publicada por la revista científica Nature. Según indica el trabajo científico, los roedores en las primeras etapas de la enfermedad pueden formar nuevos recuerdos en la misma medida que los ratones normales, aunque no son capaces de recordarlos unos días después.

En los últimos años, el laboratorio de Tonegawa ha identificado las células en el hipocampo del cerebro que almacenan recuerdos específicos. Los investigadores también han demostrado que pueden manipular estos rastros de la memoria, o engramas, para plantar falsos recuerdos, activar recuerdos existentes o alterar las asociaciones emocionales de un recuerdo.

El año pasado, Tonegawa y el miembro de su equipo Dheeraj Roy, estudiante graduado del MIT y autor principal del artículo, encontraron que los ratones con amnesia retrógrada, que sigue a una lesión traumática o estrés, tenían deteriorada la recuperación de los recuerdos, pero todavía podían formar nuevos recuerdos. Eso llevó al equipo a preguntarse si también podría ser así para la pérdida de memoria en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, que se produce antes de la aparición de las características placas amiloides en los cerebros de los pacientes.

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