Frutas tropicales

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COMPENSAN LOS EFECTOS NEGATIVOS DE LOS RADICALES LIBRES

Para estar radiantes, ¡a comer antioxidantes!

Los antioxidantes, imprescindibles en nuestra dieta diaria, compensan los efectos negativos que los radicales libres producen en nuestro cuerpo. Los hay en numerosas frutas, verduras y especias.

Al igual que medimos las calorías o grasas que nos aporta un alimento, debemos empezar a interesarnos por algo más importante que es la capacidad antioxidante de nuestra dieta.

Para ello, existen varias formas de medirla, una ellas son los ORAC (capacidad de captación de radicales libres del oxígeno). ¿Y para qué sirve un alimento antioxidante rico en ORAC? Nuestro organismo produce radicales libres, moléculas muy reactivas que producen el inevitable envejecimiento, enfermedades cardiovasculares, tumores, enfermedades degenerativas, diabetes, y en definitiva, nada bueno para nuestra calidad de vida.

Para intentar compensar el daño que estas moléculas que producimos por el simple hecho de respirar existen alimentos que pueden contrarrestar los efectos negativos que producen y prevenir males mayores. Por ello, al final del día no sólo deberíamos hacer un examen de conciencia sobre cuántas calorías o grasas hemos ingerido, sino cuántos alimentos con poder antioxidante hemos incluido en nuestra dieta.

Y para ello, es indispensable el consumo de frutas, verduras y especias con alto poder antioxidante. Por ejemplo, una de las frutas más antioxidantes es la chirimoya con casi 18000 ORAC por cada 100 gramos de alimento. Una ensalada aliñada con vinagre de manzana y hierbas aromáticas puede llegar a 4000 ORAC, y una ración de 100 gr de frambuesas frescas alcanzará los 6500-7000 ORAC sin problema.

No hay una cantidad de ORAC establecida, pero se piensa que con más de 4000 ORAC al día se puede empezar a hablar de una dieta antioxidante preventiva. De aquí que consumir las 5 o 6 raciones de fruta y verdura (frescas a ser posible) recomendadas todos los días no sólo nos ayudará a mantener un peso y grasa adecuados sino que además nos protegerá de numerosas enfermedades y del envejecimiento prematuro.

Y no olvidemos que la salud se encuentra en las fruterías y no en las farmacias: los suplementos antioxidantes tienen dudosa seguridad y efectividad. No es ni mucho menos comparable comerse una buena naranja ecológica con toda su pulpa con cientos de compuestos antioxidantes que un suplemento de vitamina C. La naturaleza es sabia y lo que protege a una naranja de oxidarse nos protege a nosotros al comérnosla de un buen resfriado este próximo invierno.

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