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29 DE SEPTIEMBRE

En el Día Mundial del Corazón indicamos seis rutinas para mantener el músculo sano

El corazón es el motor de nuestro cuerpo. Si lo cuidamos controlando los factores de riesgo lograremos reducir en un porcentaje muy elevado la primera causa de muerte en el mundo. Es el objetivo marcado por la Federación Mundial del Corazón, que espera que en el año 2025 hayamos conseguido disminuir en un 25% el número de muertes prematuras causadas por la enfermedad cardiovascular. Para poder lograrlo, este año celebramos el Día Mundial del Corazón recordando la importancia de seis rutinas básicas con las que mantener un corazón sano.

Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, efeméride que sirve para insistir en la importancia que tiene la prevención en la salud. Una alimentación saludable y ejercicio practicado con regularidad ayudan a mantener el corazón sano. Según un estudio realizado por investigadores suecos, realizar una hora de ejercicio aeróbico diario de forma moderada reduce el riesgo de infarto un 42% y caminar rápido un 18%. También ayudan las actividades de resistencia, como las pesas o el remo.

Rutinas para cuidar el corazón

Con motivo del día del corazón, la plataforma SaludOnNet nos trae algunos consejos para tener el corazón fuerte y sano. Controlar los factores de riesgo y adoptar un estilo de vida sano ayuda a reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares, ya sea en personas asintomáticas o en aquellas con alguna patología cardiaca. Los especialistas recomiendan:

Llevar una alimentación sana. Es importante aumentar la ingesta de fruta y verdura, así como de cereales, legumbres y pescado. Asimismo habría que recudir las grasas animales, los azúcares añadidos y la sal. El alcohol se debe tomar de manera esporádica, siguiendo siempre las recomendaciones médicas. Asimismo no hay que olvidarse de los beneficios que aporta una buena hidratación. Los expertos recomiendan tomar 2 litros de agua al día y no solo beber cuando se tiene sed.

Controlar la tensión. La presión arterial alta es uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Es importante vigilarla porque, al no producir síntomas, hay muchas personas que no saben que la tienen.

Conocer los niveles de colesterol. Un nivel alto está directamente relacionado con un mayor riesgo de padecer enfermedades del corazón. Según los especialistas, multiplica por dos la probabilidad de sufrir accidentes cardiacos. Por este motivo es importante cuidar la alimentación para mantener el colesterol en unos márgenes saludables.

Vigilar los niveles de glucosa. Tener el azúcar alto en sangre es un signo de diabetes. Las enfermedades cardiovasculares afectan de manera especial a las personas que tienen esta patología. Se sabe que el 60% de los fallecimientos de diabéticos es consecuencia de una ECV.

Dejar de fumar. Los fumadores tienen mayor riesgo de padecer infartos o anginas de pecho. También de tener otras enfermedades cerebrovasculares como la ateroesclerosis o la trombosis de las arterias, patologías que provocan hemiplejias y paraplejias. Sólo un año después de haber dejado de fumar, el riesgo de padecer un infarto se reduce a la mitad.

Hacer ejercicio. Lo recomendable es dedicar una hora diaria al deporte. En el caso de que la persona no pueda, es bueno andar a paso ligero durante media hora, al menos cinco días a la semana, subir escaleras o montar en bicicleta. Es una forma de abandonar el sedentarismo y mejorar la salud.

Aumenta la prevención

En los últimos años ha habido un aumento del número de personas que solicita una revisión cardiológica. Antes sólo acudían a consulta pacientes con alguna patología diagnosticada, pero ahora son muchas las que se interesan por la salud de su corazón. Según señala el doctor Iván Castro González, Médico de Familia, “cada vez hay más personas que practican deporte y quieren saber si pueden hacer ejercicio sin dañar su salud. Está aumentando la petición de pruebas de esfuerzo y de chequeos médicos. Estos últimos precisamente se realizan para conocer la carga de ejercicio en relación a la edad y a los antecedentes patológicos personales”.

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