Mujeres practicando deporte

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POR LOS CAMBIOS EN EL METABOLISMO DE ESTRÓGENOS

El ejercicio aeróbico reduce el riesgo de cáncer de mama

Según un estudio de la Universidad de Minnesota, el ejercicio aeróbico influye en la forma en que los cuerpos descomponen los estrógenos para producir más de los metabolitos "buenos" que reducen el riesgo de cáncer de mama. Se ha estudiado sobre mujeres que han realizado 30 minutos de ejercicio aeróbico cinco veces a la semana, como correr o máquina elíptica.

Los cambios en la distribución o el metabolismo de estrógenos pueden ser uno de los mecanismos por los que el ejercicio aeróbico reduce el riesgo de cáncer de mama de la mujer, según datos publicados en la revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer 'Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention'.

"Los estudios observacionales sugieren que la actividad física reduce el riesgo de cáncer de mama, pero no hay estudios clínicos que explican el mecanismo que hay detrás de esto", afirmó Mindy S. Kurzer, profesora en el Departamento de Ciencia de los Alimentos y Nutrición de la Universidad de Minnesota en Saint Paul (Estados Unidos).

En este sentido, recalca que este estudio muestra que el ejercicio aeróbico influye en la forma en que los cuerpos descomponen los estrógenos para producir más de los metabolitos "buenos" que reducen el riesgo de cáncer de mama.

Kurzer y sus colegas llevaron a cabo un ensayo clínico con mujeres que incluía a 391 sedentarias jóvenes y mujeres premenopáusicas sanas. Se asignó aleatoriamente a las mujeres a dos emparejamientos por edad e índice de masa corporal: un grupo de control de 179 mujeres y un grupo de intervención de 212 mujeres.

Mientras que las mujeres del grupo de control siguieron un estilo de vida sedentario durante todo el periodo de estudio, las del grupo de intervención realizaron 30 minutos de ejercicio aeróbico moderado a vigoroso cinco veces a la semana durante 16 semanas, entre los que se incluían la cinta de correr, subir escaleras o la máquina elíptica.

Los investigadores ajustaron la intensidad del entrenamiento para cada individuo de modo que la frecuencia cardiaca máxima fue uniforme entre todos los participantes. El 86 por ciento de los participantes del grupo control y el 78 por ciento del grupo de intervención completaron el estudio.

Los investigadores recogieron muestras de orina de 24 horas durante tres días consecutivos antes de iniciar el estudio y en tres días consecutivos al final. Usando una técnica llamada cromatografía líquida / espectrometría de masas en tándem para medir la cantidad de tres estrógenos precursores, E1, E2 y E3, y nueve de sus productos de degradación llamados metabolitos en muestras de orina de los participantes.

Según Kurzer, el metabolismo de los estrógenos favoreció la producción de un metabolito llamado 2-hidroxiestrona (2-OHE1) por encima de uno llamado 16alfa-hidroxiestrona (16alfa-OHE1), lo que resulta en un aumento en la relación de 2-OHE1/16alpha-OHE1, que se ha relacionado con una reducción en el riesgo de cáncer de mama.

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