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SEGÚN UN ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA

El consumo de alcohol y tabaco estimula el envejecimiento del cerebro

La pérdida de memoria, la reducida capacidad de pensar de manera rápida y la merma en habilidades de resolución de problemas, son solo algunas de las conclusiones del estudio que se publicará en la edición de octubre de la revista 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research'.

La edición de octubre de la revista 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research', publicará los resultados de un estudio que determina que las personas que consumen alcohol y fuman, muestran problemas de memoria, la capacidad de pensar de manera rápida y las habilidades de resolución de problemas que los que no fuman. Estos efectos parecen empeorar con la edad.

"La nutrición, el ejercicio, las condiciones médicas concomitantes como la hipertensión y la diabetes, las afecciones psiquiátricas como los trastornos depresivos y el trastorno de estrés post-traumático, y predisposiciones genéticas, pueden también influir en el funcionamiento cognitivo durante la abstinencia temprana", explicó Timothy C. Durazzo, profesor asistente en el departamento de radiología e imagenología biomédica en la Universidad de California en San Francisco y autor del estudio.

"Nos centramos en los efectos del tabaquismo crónico y aumento de la edad sobre la cognición, porque la investigación anterior sugiere que cada una tiene independientemente, efectos adversos en múltiples aspectos de la cognición y de la biología del cerebro en personas con y sin trastornos por consumo de alcohol. Esta investigación anterior también indicó que el efectos adversos del tabaquismo sobre el cerebro se acumulan con el tiempo. Por lo tanto, predijo que los dependientes del alcohol fumadores crónicos activos mostrarían la mayor disminución de las capacidades cognitivas con la edad", añade.

"Los efectos independientes e interactivos de tabaco y otras drogas en el funcionamiento cognitivo en personas con dependencia del alcohol son en gran parte desconocidos," resaltó Alecia Dager, científica investigadora asociada en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Yale (Estados Unidos).

A su juicio, es "problemático" porque muchos bebedores empedernidos también fuman y en los programas de tratamiento del alcoholismo, el hecho de fumar se puede ignorar, a pesar de las mayores dificultades cognitivas en los alcohólicos que también fuman, como demuestra este estudio.

En concreto, los individuos con alcoholismo que también fuman pueden tener más dificultad para recordar y la integración y la implementación de estrategias de tratamiento, como resume Dager, quien subraya, por el contrario, que hay beneficios "claros" para las habilidades del pensamiento como resultado de dejar de ambas sustancias.

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