Un grupo de 400 refugiados que llegaron desde la frontera con Hungría en el primer tren especial puesto a su disposición por las autoridades austríacas ha sido recibido con un caluroso y emocionado aplauso.
Han sido muchos los voluntarios que han acudido a esperarles y ayudarles, entre ellos intérpretes de lenguas árabes, farsi y kurda, así como personal de organizaciones de ayuda que repartían agua, alimentos, ropa de abrigo y mantas entre los agotados aspirantes de asilo.
Los primero refugiados llegados guardaron un minuto de silencio y dedicaron un rezo en memoria de Aylan Kurdi, el niño de tres años fallecido en una playa turca.
También se recordó a los 71 refugiados hallados muertos en un camión abandonado en Austria, cuyas identidades aún no se han esclarecido, así como los fallecidos recientemente en el Mediterráneo cerca de Libia.
Entre quienes se acercaron a ayudar, está la teniente de alcalde de Viena, Maria Vassilakou, que repartió alimentos a los recién llegados. “Estoy contenta por el caluroso recibimiento que les han dado los vieneses. Viene gente que ha sufrido mucho, que ha pasado enormes penalidades para llegar a Austria y lo normal es recogerlos así”.
Algunos trenes han partido también hacia Alemania, donde el cardenal Reinhard Mark y el líder de la iglesia protestante Heinrich Bedford-Strohm, entre otros muchos voluntarios, dieron la bienvenida a cientos de refugiados.
“Podemos enfrentar este reto”, dijo el alcalde de Múnich, Dieter Reiter, que también acudió a la estación, al igual que la ministra de Integración bávara, Emilia Müller.
Según datos de un diario de Múnich, a mediados de la tarde habían llegado a la ciudad, en varios trenes cerca de 850 refugiados procedentes de Hungría en trenes que habían viajado hacia Alemania a través de Austria. “Teníamos que hacer frente a una situación de emergencia”, ha afirmado la portavoz del Gobierno alemán, justificando la decisión de Viena y Berlín de autorizar expresamente que los refugiados entraran a sus países.
Miles de refugiados pasarán la noche en la estación de trenes de Viena a la espera de que se reanuden los trenes con destino a Alemania
Cerca de un millar de los refugiados que han llegado a Austria desde Hungría pasarán la noche en la estación de trenes Westbahnhof de Viena. El portavoz policial Roman Hahslinger dijo que la agencia austríaca APA que, durante el sábado habían llegado a las estación unos 6.500 refugiados, de los cuales la gran mayoría había proseguido hacia Alemania.
Otros mil tendrán que esperar al domingo para continuar su travesía hasta el destino anhelado, mientras que se espera que otros 1.500 lleguen el domingo desde la frontera con Hungría.
Para los que pasan la noche en la Westbahnhof, la compañía estatal de trenes ÖBB ha habilitado 440 plazas para dormir en oficinas fuera de uso, mientras que otras 400 personas podrán pasar la noche en trenes parados.
Adicionalmente se cuenta con cien lugares para dormir de la propia estación, mientras que el Ayuntamiento de Viena ha preparado 300 plazas.
Solo una veintena de refugiados optó hoy por pedir asilo en Austria y permanecer en la república alpina, confirmó Hahslinger. Tanto el transporte de refugiados desde la frontera a Viena como de la capital hacia Alemania quedan suspendidos durante la noche
