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UNA CAMPAÑA SOLIDARIA AYUDA AL VETERANO FOTÓGRAFO

Tomás, el entrañable anciano fotógrafo que motiva una cadena solidaria en las redes sociales

Un anciano se gana la vida en la calle vendiendo las fotografías que hace con su vieja cámara. Su historia se ha hecho viral gracias a un joven que se encontró con este señor cuando estaba cazazando Pokémon y decidió contar su historia en las redes sociales. Ya existe una campaña solidaria que busca ayudarlo.

Tomás es un anciano que a pesar de su avanzada edad tiene se gana la vida en la calle a trabajar como fotógrafo. Su conmovedora historia ha revolucionado Facebook y ha motivado una cadena de solidaridad que busca ayudarlo. La iniciativa busca poder ayudar a un anciano de nombre Tomás, que trabaja en Campo de Marte tomando fotografías y vendiéndolas por poco más de 1 euro. Lo curioso, es que él mismo las entrega personalmente a domicilio.

El caso del hombre se dio a conocer gracias a un usuario de Facebook llamado Alex Agurto, que a través de su cuenta personal, compartió la historia del conmovedor caso de un anciano fotógrafo en un post que se volvió viral. La forografía cuenta la historia de Tomás y cómo lo conoció: "Hoy temprano fui al Campo de Marte y atrapaba Pokémon vi a este señor sentado en una banca, encorvado y con una cámara antigua colgándole del cuello”, relató el usuario.

El joven usuario se encontraba jugando Pokémon Go quedó sorprendido con este anciano que vendía sus fotos y que él mismo las entrega a domicilio sin ningún coste. "Yo lsa llevo a los domicilios para que no desconfíen", afirma que le contó el fotógrafo. Ahora la hisoria se ha convertido en viral tras iniciar una campaña para apoyarlo económicamente.

"Este señor de nombre Tomás, es una consecuencia del crecimiento desmedido de la tecnología, la globalización, la sociedad que crece mucho pero se va quedando vacía por dentro; dejando a los menos preparados expuestos a la injusticia de un mundo donde el progreso no significa bienestar", reflexionó Alex en su fotografía junto a la sonrisa del abuelo. "Cerré el puño para que no se me salieran las lágrimas", confesó Alex en su post de Facebook.

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