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SEGÚN INFORMA EL DIARIO HAARETZ

Un superviviente del Holocausto de 112 años es el hombre más anciano del mundo

Israel Krystal recibió una carta del Grupo de Investigación Gerontológico en la que se le informaba de su nueva condición y se le pedía un documento oficial para certificarlo como tal en las oficinas del Récord Mundial de Guinnes. El problema está en que el único que atestigua su edad es un certificado polaco de matrimonio de cuando tenía 25 años, por lo que el grupo de trabajo debe plantearse ahora si flexibiliza sus reglas y lo acepta como válido.

Un superviviente del Holocausto de 112 años es al parecer el hombre más anciano del mundo tras la muerte de un japonés de su misma edad a principios de esta semana, informa el diario Haaretz. Israel Krystal, residente en la ciudad de Haifa (norte), recibió el miércoles una carta del Grupo de Investigación Gerontológico en la que se le informaba de su nueva condición y se le pedía un documento oficial para certificarlo como tal en las oficinas del Récord Mundial de Guinnes.

Según los datos de la organización, que se dedica al seguimiento de ancianos mayores de 110 años, no existe datos en estos momentos de ningún varón que supere a Krystal en edad, pero para acreditarlo como "hombre más anciano del mundo" debe probar su fecha de nacimiento con un documento de sus primeros veinte años de vida.

El problema está en que el único que atestigua su edad es un certificado polaco de matrimonio de cuando Krystal tenía 25 años, por lo que el grupo de trabajo debe plantearse ahora si flexibiliza sus reglas y lo acepta como válido, según el diario israelí. Hasta principios de esta semana el título oficial estaba en manos de Yasutaro Koyde, fallecido dos meses antes de cumplir 113 años.

La mujer más anciana es la estadounidense Susannah Mushatt, de 116 años y residente en Brooklyn. Nacido en la ciudad de Zarnow, en Polonia, Krystal fue enviado en 1940 al gueto de Lodz, y cuatro años más tarde al campo nazi de exterminio de Auschwitz, donde murió su primera mujer. En 1950 emigró a Israel acompañado de su segunda esposa y un hijo, donde rehicieron su vida.

Por temor al mal de ojo el anciano se niega a revelar el número exacto de descendientes que ha tenido y hace dos años, en una entrevista con el mismo diario, dijo que la longevidad es definitiva una cuestión de "buena suerte". "Cada uno tiene su propia fortuna. Todo es de arriba. No hay secretos", respondió este elaborador de caramelos y dulces al ser preguntado sobre su secreto para alcanzar su avanzada edad.

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