David Sonboly, el autor del tiroteo de Múnich

Publicidad

LLEVABA UN AÑO PLANEANDO EL ATAQUE

Sonboly, el tirador de Múnich, visitó hace un año el escenario de otra matanza cometida por un adolescente

La Fiscalía ha informado de que Ali David Sonboly estaba en tratamiento psiquiátrico por ansiedad y depresión y tenía medicamentos en casa, aunque no se sabe si los estaba tomando. Según explicó en rueda de prensa el presidente de la Oficina de Investigación Criminal de Baviera, Robert Heimberger, el joven dejó escrito un "manifiesto" sobre sus hechos que está siendo analizado. Las autoridades también han informado de que la pistola que usó en el tiroteo de Múnich la compró por internet.

El joven Ali David Sonboly de 18 años que el viernes mató a nueve personas en Múnich había recopilado documentación sobre otras matanzas e incluso había llegado a visitar, "hace un año", la localidad de Winnenden (suroeste de Alemania), donde un chico de 17 años asesinó en 2009 a 15 personas de su antiguo colegio.

Según explicó en rueda de prensa el presidente de la Oficina de Investigación Criminal de Baviera, Robert Heimberger, el joven dejó escrito un "manifiesto" sobre sus hechos que está siendo analizado. Heimberger avanzó también que el padre del tirador reconoció a su hijo y se dirigió a una comisaría de policía para informar de sus sospechas.

En la misma rueda de prensa se ha informado de que la pistola la adquirió por internet. Este domingo algunos ministros alemanes abrieron la puerta a estudiar el endurecimiento de las leyes sobre el control de armas.

El ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, confirmó en declaraciones a la emisora regional BR la obsesión del Ali David Sonboly germano-iraní "desde hace mucho tiempo" con este tipo de matanzas sangrientas, como la protagonizada también por el noruego Anders Behring Breivik. "Hace un año o dos", explicó, visitó Winnenden, donde en 2009 el joven Tim Kretschmer irrumpió armado en su antiguo colegio para empezar una matanza que le costó la vida a 15 personas.

Kretschmer acabó suicidándose acorralado por la policía, tras una huida de 40 kilómetros, vestido con un uniforme paramilitar y armado con la pistola Beretta con la que había asesinado a sangre fría a nueve estudiantes y seis profesores. El autor del tiroteo del viernes en Múnich se había bajado también de Internet textos de Breivik, el ultraderechista noruego que hace justo cinco años cometió un doble atentado en Oslo y en la vecina isla de Utøya y mató a 77 personas.

La Fiscalía alemana informó de que Sonboly estaba en tratamiento psiquiátrico por ansiedad y depresión y tenía medicamentos en casa, aunque no se sabe si los estaba tomando. En rueda de prensa para presentar los últimos detalles de la investigación, la fiscalía dejó claro que no había "ninguna motivación política" tras el ataque y no eligió a sus víctimas por nacionalidad o algún otro motivo.

Publicidad