Eliska, la rinoceronte oriental

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NACIÓ EN 2012 EN UN ZOO CHECO

República Checa envía a Eliska, una hembra de rinoceronte negro, a Tanzania para intentar salvar la subespecie

El objetivo es que el animal participe en un programa de reproducción de esta subespecie en peligro de extinción.

Eliska, una joven hembra de rinoceronte negro oriental nacida en un zoológico checo, ha sido trasladada a una reserva de Tanzania para participar en un programa de reproducción de esta subespecie en peligro de extinción, informó la institución. El animal fue trasladado el pasado domingo hasta el aeropuerto de Leipzig (Alemania), desde donde viajó hasta el aeropuerto de Kilimanjaro. Desde allí fue escoltada por un convoy policial hasta la reserva de Mkomazi, en un trayecto que duró 31 horas.

"Tras llegar, ha explorado el lugar y ha empezado pronto a comer zanahorias y paja, su comida favorita", informó el zoo checo de Dvur Kralove en un comunicado. Eliska nació en este parque zoológico checo en 2012. Sus padres, Davu y Etosha, son oriundos de Tanzania. Los padres de Eliska llegaron a la entonces Checoslovaquia hace 40 años, cuando comenzó la cría de estos animales en Dvur Kralove, donde desde entonces ya han nacido 43 ejemplares.

El zoo checo anunció esta semana que han nacido dos nuevas crías de rinoceronte negro oriental. En la actualidad, este zoo tiene 16 ejemplares de la subespecie, de los que diez nacieron en el mismo zoo. Mientras tanto, en Tanzania la población de rinocerontes negros orientales, subespecie del amenazado rinoceronte negro (Diceros Bicornis), sigue en peligro crítico de extinción debido a los traficantes de cuernos.

En ese país africano viven entre 100 y 150 de esos animales. En el parque nacional de Mkomazi, una de las tres reservas donde se trata de preservar este animal, existen dos decenas de rinocerontes negros, casi los mismos que en el zoo checo. Dvur Kralove envió en 2009 a Tanzania el primer grupo de rinocerontes de esta subespecie, tres en total, que ya han logrado reproducirse, en un programa al que se ha sumado ahora Eliska.

Ese mismo año el zoo de Dvur Kralove envió a Kenia uno de los pocos machos aún vivos de rinoceronte blanco del norte, otra subespecie en grave peligro, para intentar que se reproduzca.

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