Refugiados sirios en Grecia.

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ENTREVISTA A LA DELEGACIÓN DE LA CRUZ ROJA DE CATALUÑA EN GRECIA

Los refugiados sirios en Grecia, a la espera de alguna decisión sobre su futuro

La incertidumbre que pesa sobre los refugiados que malviven en los campos de Ritsona y Skaramagas (Grecia) empeora su salud y sus condiciones de vida, según ha explicado el jefe de la Delegación de la Cruz Roja de Cataluña, Dani López, que coordina 'in situ' las labores humanitarias.

Dani López, que llegó a Grecia hace dos semanas, ha apuntado que el equipo de la Cruz Roja lleva desde marzo en los campos de Skaramagas y Ritsona, donde, sólo en éste último, se hacinan entre 500 y 700 personas, la mayoría de ellas de origen sirio.

El delegado de la Cruz Roja catalana, que tiene una larga experiencia en cooperación frente a crisis humanitarias, ha lamentado que lo más trágico de estos asentamientos es la situación humana y "la incertidumbre con la que vienen y viven los refugiados en estos campos".


Según López, esta incertidumbre es lo que más afecta a los refugiados, por lo que desde la Cruz Roja intentan mantenerlos ocupados "para que no piensen en lo que han vivido y así rebajar el efecto de los posibles traumas".


"Nosotros también compartimos un nivel de incertidumbre, ya que no sabemos qué campos permanecerán abiertos. Podrían cerrar Ritsona, pero de momento no nos han manifestado ninguna decisión al respecto", ha puntualizado.


El responsable de comunicación de Cruz Roja de Cataluña, Óscar Velasco, que también ha viajado a Grecia, ha destacado, en declaraciones, la capacidad de "autoorganización y empoderamiento" de la población refugiada en Ritsona, unas características que "no había visto en otras situaciones" y que le han sorprendido "gratamente".


Desde la organización humanitaria pretenden impulsar el fomento de la higiene para que los refugiados vivan "con la máxima dignidad" y "ayudarles a transformar su propia sociedad", ha aseverado Velasco.
López ha explicado que la ONG se encarga de tres áreas principales: la unidad de salud, la atención psicosocial y la promoción de la higiene y del saneamiento del agua.


En la primera área, la Cruz Roja tiene una unidad de curación que actúa como el centro de salud del campo, donde dan atención de obstetricia, medicina general y pediátrica, ya que el 50 % de la población en este campo de refugiados son niños, ha subrayado López.


En cambio, si una persona requiere ir a cualquier centro hospitalario para visitar a un especialista, por ejemplo, hay una ONG especializada que les proporciona el transporte, ya que no hay transporte público en la zona. En referencia a la atención psicosocial, esta área cuenta con psicólogos o personas expertas que realizan actividades recreativas "para ayudar a que el trauma de las personas mejore".

Estas actividades, ha narrado López, están dividas en varias franjas de edad: niños menores de 2 años, de 2 a 13 años, y de 13 a 17 años, que es una edad "difícil" con la que trabajar. Si los refugiados necesitan una atención psicológica más personalizada, la Cruz Roja deriva sus pacientes a los hospitales griegos o a Médicos Sin Fronteras, ONG que cuenta con psicólogos que ofrecen terapia con atención individualizada.


La tercera área de la organización es la promoción de la higiene, con la que han trabajado conjuntamente con la Cruz Roja francesa, para producir 35.000 litros de agua a partir de aguas residuales, proyecto que se puso en marcha cuando se abrió el campo de Ritsona.


En ese sentido, la Cruz Roja catalana realiza tests para comprobar el estado del agua, tanto para asegurar las condiciones sanitarias de los solicitantes como para demostrar al gobierno griego que las condiciones de éstas personas son las adecuadas.


Además, en el campo de Skaramagas, hay equipos organizados de limpieza formados por cinco solicitantes de asilo de diferentes nacionalidades que se encargan de mantener el campo y ayudan con las distribuciones.

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