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SE NEGABA A ACEPTAR EL DIVORCIO

Un expolicía mata a tiros a cinco familiares antes de suicidarse en Brasil

La Policía que fue alertada por los vecinos que escucharon los disparos, se desplazó hasta la vivienda donde encontró los cuerpos de los seis miembros de la familia en diferentes habitaciones. Al parecer, el expolicía se negaba a aceptar que su esposa quisiera divorciarse, por lo que acudió a hablar con ella a la vivienda donde residía con sus padres y sus hijas.

Un policía jubilado asesinó a tiros a cinco miembros de su familia antes de suicidarse con un disparo en la cabeza en una vivienda en una zona rural del estado brasileño de Minas Gerais (sudeste), han informado fuentes oficiales.

Los cuerpos de los seis miembros de la familia fueron hallados en la noche del viernes en diferentes habitaciones de una residencia en las afueras de Extrema, municipio en la región sur del estado de Minas Gerais, por policías llamados por vecinos que escucharon los disparos.

Las primeras pericias legales permitieron a los investigadores concluir que el autor del asesinato, un agente jubilado de la Policía Militarizada en el vecino estado de Sao Paulo, de 53 años, asesinó a sus suegros, a su esposa, a una ahijada de 14 años y a una hija adoptiva de 12 años antes de suicidarse.

Según la Policía, el hombre se negaba a aceptar la decisión de su esposa de divorciarse e insistía en una reconciliación. La esposa del policía jubilado, determinada a separarse, se había ido a vivir con sus hijas a la casa de campo de sus padres en Extrema, hasta donde el exuniformado llegó en la noche del viernes supuestamente para conversar con la mujer, pero armado con una pistola.

Los cuerpos de los suegros del homicida, de 68 y 43 años respectivamente, fueron hallados en la cocina; los de las dos adolescentes en sus habitaciones, y los de la pareja en un baño en donde la mujer al parecer se encerró para intentar salvar la vida.

La pistola utilizada en todos los crímenes fue hallada junto al cuerpo del autor de los disparos. Los agentes de la Policía Militarizada de Minas Gerais que acudieron al lugar tras ser alertados de los disparos por los vecinos tuvieron que saltar un muro para entrar en la residencia debido a que la casa estaba con sus puertas cerradas por dentro.

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