El atleta paralímpico Oscar Pistorius asiste a su juicio en Pretoria, Sudáfrica.

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LE PIDIÓ A UNA AMIGO QUE ASUMIERA LA RESPONSABILIDAD

Pistorius disparó un arma por accidente en un restaurante un mes antes del crimen de su novia

Oscar Pistorius disparó una pistola por accidente en un restaurante de Johannesburgo, ha confirmado este miércoles en el tercer día del juicio al atleta paralímpico sudafricano por el asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp.

Los hechos se produjeron un mes antes del crimen, ocurrido el 14 de febrero de 2013, y tuvo lugar durante una comida de Pistorius con otros tres amigos, entre ellos, el testigo Kevin Lerena, boxeador y amigo del corredor. Según relató Lerena ante el Tribunal Superior de Pretoria, Pistorius, de 27 años, recibió por debajo de la mesa la pistola de su amigo Darren Fresco. Con el arma en la mano, Pistorius disparó contra el suelo, lo que provocó un completo silencio entre los clientes del restaurante.

Pistorius está acusado de uso temerario de armas por este incidente, en uno de los tres cargos relacionados con las armas de fuego por el que se le juzga en el proceso, en el que también se enfrenta a un cargo de asesinato por matar a Steenkamp.

Siempre según Lerena, Pistorius pidió a Fresco que asumiera la responsabilidad del incidente para evitar, teniendo en cuenta la condición de famoso del velocista, un escándalo mediático. Fresco aceptó y mintió a los dueños del local, Jason y Maria Loupis, al señalar que había sido él a quien se le había disparado la pistola. Tras hablar con los propietarios, Pistorius y sus tres amigos pagaron la cuenta y se marcharon del local. Llamados a declarar como testigos, los Loupis corroboraron hoy lo explicado por Lerena en dos declaraciones separadas.

El incidente será utilizado para demostrar el supuesto carácter violento de Pistorius por la Fiscalía, que acusa al atleta de matar intencionadamente a Steenkamp. Por su parte, Pistorius mantiene que disparó contra su novia, que entones tenía 29 años, al pensar que lo hacía contra un intruso que se había colado en el domicilio de Pretoria del deportista, donde ocurrió el crimen. De ser declarado culpable de "asesinato premeditado", como pide la Fiscalía, el deportista se enfrentaría a una pena de cadena perpetua.

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