Tráfico en Londres

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UNA DE LAS ARTERIAS DE LONDRES

Oxford Street, en Londres, una de las calles más contaminadas del mundo

El alcalde de la capital británica, Boris Johnson, tachó de "ridícula leyenda urbana" las conclusiones de un grupo de expertos que alertaba sobre los altos niveles de dióxido de nitrógeno en Oxford Street, una de las arterias comerciales más importantes. Ahora, Johnson señala que "no cuestiona los datos científicos".

La céntrica Oxford Street de Londres es una de las calles más contaminadas del mundo, según se ha visto obligado a reconocer el alcalde de la capital británica, el conservador Boris Johnson, tras una aireada disputa con científicos. Johnson tachó en julio de "ridícula leyenda urbana" las conclusiones de un grupo de expertos del King's College de Londres que alertaba sobre los altos niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) generados por los vehículos diesel en Oxford Street, una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad.

"La calidad del aire en Londres es mejor que en París y muchas otras ciudades europeas. Id a Pekín o México", decía el alcalde en un tuit hace cuatro meses. Ahora, Johnson señala en una carta remitida al Comité parlamentario de Medición Ambiental (EAC, en inglés) que no pone "en cuestión" los datos de los científicos, si bien les solicita que en el futuro "apliquen mayor rigor en sus comunicaciones públicas", según informa hoy el diario "The Guardian" en su web.

El consejero de Medio Ambiente de Londres, Matthew Pencharz, había subrayado ya en julio que el ayuntamiento calibra los niveles de polución de Londres a partir de una media que arrojan 187 medidores repartidos por la ciudad y sostuvo que las lecturas de un punto en concreto son variables y poco fiables.

"Los niveles medios de dióxido de nitrógeno cerca de vías con tráfico denso en Stuttgart, París, Múnich, Roma y Milán son más elevadas que en Londres", decía Pencharz en una misiva previa al comité parlamentario. Johnson se dirigió personalmente al EAC tras ser cuestionado sobre la posibilidad de que el grupo de investigaciones medioambientales del King's College vea reducida las aportaciones públicas que recibe a raíz de la polémica.

"No hay absolutamente ninguna amenaza, ni velada ni de ningún otro tipo, sobre los fondos del King's College. La única referencia a una 'amenaza' se hizo por una fuente anónima 'cercana al King's College' que habló con 'The Times'", afirmó Johnson.

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