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EL PROGENITOR AFIRMA QUE SU HIJO "ESTÁ LOCO POR EL SEXO"

Una niñera acusada de abusos sexuales a un menor de 11 años elude la cárcel porque el padre dijo que el niño "lo vio como un logro"

Jade Hatt, una joven inglesa de 21 años, no deberá cumplir una pena de cárcel después de haber mantenido relaciones con el menor de 11 años que cuidaba. Según la sentencia, el acto duró 45 segundos y el padre del menor defendió a la niñera afirmando que su hijo no estaba afectado por la experiencia porque en ese momento estaba "loco por el sexo" y sintió la experiencia como un "logro". No obstante, señaló que el menor no disfrutó del momento porque "sabía que estaba haciendo algo incorrecto".

Jade Hatt, una niñera inglesa de 21 años que tuvo relaciones sexuales con el niño de 11 que cuidaba, ha sido absuelta gracias al testimonio del padre del menor, que dijo que su hijo no estaba afectado por los hechos. De hecho, el padre, que también había mantenido relaciones con la cuidadora, señaló durante el juicio que su hijo estaba "loco por el sexo" y que veía la experiencia "como un logro". Además, añadió en defensa de Hatt que ella era "muy inmadura" y su hijo "muy maduro".

Según señala el Daily Mail, este testimonio fue decisivo para que la joven no fuera a la cárcel, aunque fue el propio padre el que presentó la denuncia. Además, la defensa de la niñera trató de demostrar que Jade Hatt no tiene la madurez de una persona de 20 años. Informó, además, al tribunal que desde los 5 a los 7 años estuvo ingresada en un hospital luchando contra la leucemia.

Cuando el padre llegó a casa en noviembre del año pasado, el niño de 11 años tenía una marca en el cuello y esto le hizo sospechar de lo ocurrido, por lo que decidió llamar a la Policía tras revisar el móvil de la cuidadora. La prensa local ha publicado que lo que ocurrió fue que el chico no fue a clase aquel día y cuando llegó Hatt, ésta se desnudó y lo desnudó a él, completando el acto con el consentimiento del menor.

Según informó la fiscal, la mujer afirmó en la sala haber disfrutado el encuentro, que duró 45 segundos y alegó que pensaba que el niño tenía 15 años. El menor confesó no haber disfrutado porque "sabía que estaba haciendo algo incorrecto".

Por ello, el juez ha impuesto una pena de seis meses de cárcel, cuya ejecución ha sido suspendida, con una supervisión de dos años. Además, Jade Hatt tendrá que figurar en un registro de agresores sexuales durante siete años. También tiene prohibido tener contacto con menores sin supervisión durante dos años.

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