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POR UNA NEOPLASIA TRAFOBLÁSTICA GESTACIONAL

Los médicos confirman a mujer que creía estar embarazada que lo que realmente tiene es un tumor

Alice Hall, una mujer con una enfermedad cuyos síntomas eran similares a los de un embarazo decidió hacerse una prueba de embarazo que le dio positiva. Sin embargo, semanas más tarde los médicos detectaron que lo que tenía en su útero no era un feto, sino un tumor.

Alice Hall empezó a sentirse mal una mañana de junio de 2016, fue entonces cuando decidió hacerse una prueba embarazo que para su sorpresa salió positivo.

Al acudir al médico le dijeron que estaba embarazada de cuatro semanas, ella dice que fue un shock, pues tan sólo tenía 20 años y no lo había planeado. Sin embargo, tanto su novio Christopher como ella decidieron seguir adelante ilusionados.

Estaban tan encantados que hasta comenzaron a pensar nombres para su hijo, según informa Mirror. Pero ocho semanas después empezó a sangrar, sin saber lo que ocurría Alice se fue a su médico de cabecera de Hereford County Hospital para que le realizase una exploración.

La mala noticia que le dieron los profesionales de la medicina es que estaba teniendo un aborto involuntario. Sin embargo, otra prueba de embarazo seguía confirmando que estaba embarazada, pues su útero sentía que había un feto dentro de él y por ello imitaba los síntomas de un embarazo.

Al día siguiente volvió al hospital para someterse a más pruebas, estas revelaron que sus niveles hormonales estaban disparados por lo que parecía indicar que seguía embarazada.

Una semana más tarde Alice Hall no pudo aguantar la agonía, así que fue a hacerse una laparoscopia que determinó la posibilidad de que tuviese un embarazo ectópico, en el que el feto crece dentro de la trompa de Falopio en lugar de en el útero.

Pero el hinchazón en el vientre seguía estando, por lo que los médicos no sabían que podía estar desencadenando ese mal estar, sólo sabían que no podía tratarse de un embarazo viable. Entonces los ánimos de la joven decayeron pues se enteró que ya no estaba esperando un bebé.

Tras conocer los resultados enviaron a Alice al Charing Cross Hospital de Londres, pues sospechaban que algo grave estaba sucediendo. En ese momento diagnosticaron a Hall neoplasia tropho-blástica gestacional (GTN), una enfermedad rara que había causado un cáncer.

Tras conocer la mala noticia, los médicos dieron a la joven ocho sesiones de quimioterapia de dosis baja que detuvo el crecimiento del tumor.

Una mañana se despertó con un dolor agonizante y llamó a su médico, quien confirmó que eran las consecuencias del tratamiento. Así que la llevaron al hospital del condado de Hereford y dijeron que tenía que 'dar a luz' al tumor, que pesaba alrededor de una libra.

Finalmente lo expulsó, en diciembre le dieron el alta y ahora está en remisión y con la esperanza de volver a trabajar pronto.

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