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ORGULLOSO DEL CIERRE DE LAS FRONTERAS

El ministro de Exteriores croata cree que el cierre de fronteras es un aviso para los emigrantes

En una entrevista el ministro de Exteriores de Croacia, Miro Kovac, dice estar "tranquilamente orgulloso" del acuerdo por el cual se ha cerrado la ruta de los Balcanes para impedir la entrada de refugiados en Europa. Ha indicado además que su país puede recibir un máximo de 1.600 refugiados, pero duda que quieran quedarse en Croacia.

El cierre de la ruta de los Balcanes que usaban refugiados de Oriente Medio para llegar a Europa ha sido necesario para mostrar que no todos los emigrantes del mundo pueden venir a Europa, asegura el ministro croata de Exteriores, Miro Kovac, en una entrevista que publica la agencia austríaca APA.

En esa charla, Kovac afirma que la crisis migratoria se ha podido controlar gracias a la cooperación entre Croacia, Austria, Eslovenia, Serbia y Macedonia, algo de lo que, asegura, se puede "estar tranquilamente orgulloso".

El ministro indica que su país está dispuesto a recibir a un máximo de 1.600 refugiados, aunque duda de que se quieran quedar en Croacia, ya que la mayoría, asegura, quieren seguir su camino hacia otras países más ricos como Suecia, Alemania, Holanda o Austria.

"No será fácil impedirlo", advierte el ministro. Por eso, indica, ha sido importante la señal enviada con el cierre de la ruta de los Balcanes, por la que durante meses cientos de miles de refugiados huyeron de la guerra y la pobreza hacia Europa.

Respecto a las tensas relaciones con Serbia, empeoradas después de que la Justicia internacional exculpara de crímenes de guerra al líder ultranacionalista serbio Vojislav Seselj, el ministro advirtió de que su país bloqueará su entrada en la UE si el país no cambia su actual legislación sobre crímenes de guerra.

Croacia requiere a Belgrado que elimine una norma que permite a tribunales serbios perseguir a criminales de guerra en todos los países de la antigua Yugoslavia. Kovac indica que esa ley no es compatible con la reconciliación y la buena vecindad. Por ello, reclama la anulación de esa norma. "De lo contrario, no podrán concluirse las negociaciones" (de entrada de Serbia en la UE), advierte el ministro.

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