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con más de 5 millones de votos

Nicolás Maduro, reelegido presidente de Venezuela

La participación en estas elecciones presidenciales ha sido del 30% según la oposición y del 46% según el Centro Nacional Electoral. El opositor y disidente del chavismo Henri Falcón rechaza los resultados y pide la celebración de nuevas elecciones ante la sospecha de irregularidades.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se mantendrá en el poder hasta el año 2025 y con el apoyo certificado de menos de un tercio de los electores, según los cuestionados resultados que le favorecieron el domingo en unos comicios cuyo vencedor indiscutible fue la abstención. El líder de la Revolución Bolivariana consiguió 6,1 millones de votos que representan el 30 % del censo de votantes, mientras que el índice de abstención fue de al menos un 52 %, unos 11 millones que no respaldaron al chavista ni a ninguno de los otros tres candidatos opositores.

Maduro se ha ufanado de su triunfo en las urnas al subrayar que reunió cerca del 68 % de los sufragios y logró sacar casi 50 puntos porcentuales de ventaja a su contendiente más cercano, el exgobernador Henri Falcón, algo inédito para un jefe de Estado, según dijo. Sin embargo, lo inusual selló estas votaciones, en las que no participó la principal coalición opositora por considerarlas fraudulentas -al igual que decenas de gobiernos que pidieron su suspensión- y en cambio llamó a los ciudadanos a abstenerse para "no convalidar la farsa".

La alianza de partidos opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se alza con varios tantos en esta contienda, en la que pidió no participar, lo que lo lleva a ganar puntos por la atención que parece haber logrado entre la mayoría de los electores. El Consejo Nacional Electoral (CNE), un ente del que desconfía el antichavismo, anunció entre ayer y hoy los boletines y desestimó las cientos de violaciones a la normativa que supuestamente cometió el oficialismo durante la jornada.

La cifra que otorga a Maduro el poder para gobernar otros seis años en el país petrolero y cuyo período empezará a correr en enero de 2019 muestra 1,4 millones de apoyos menos que en 2013, cuando asumió el poder, ungido por la popularidad de Hugo Chávez, que acababa de fallecer (1999-2013). En el último quinquenio el registro electoral también sumó cerca de dos millones de inscritos, lo que achica aún más el tamaño porcentual de la victoria de Maduro. "Solo tres de cada diez venezolanos habilitados para votar apoyan a Maduro", apuntó en la red social Twitter el analista electoral Eugenio Martínez sin dejar de mencionar que al menos el 70 % de los venezolanos "no votaron por la reelección".

A juicio del coordinador de la encuestadora Venebarómetro, Édgar Gutiérrez, el resultado anunciado al igual que el proceso electoral previo "está signado por la opacidad y por la falta de garantías". El alto margen de abstención, comentó el consultor político, "coloca aún más en tela de juicio un proceso que lució claramente poco concurrido y que oficialmente se asume como el de menor concurrencia en la historia de las elecciones presidenciales en Venezuela".

El rector electoral Luis Emilio Rondón, el único de las cinco autoridades del CNE que es crítico con el chavismo, ha manifestado su "no reconocimiento" a los resultados anunciados pues, remarcó, "están viciados desde el punto de vista de la libertad que debieron tener" los electores. Antes de que se cumplieran 12 horas de la proclamación de Maduro, cerca de una veintena de gobiernos ya se habían pronunciado para deslegitimar la contienda y advertir nuevas acciones diplomáticas y de presión contra la revolución chavista, señalada de antidemocrática y dictatorial.

No obstante, países como Rusia y China, aliados comerciales e ideológicos de Caracas, salieron al paso para defender la continuidad en el Ejecutivo venezolano y con un pedido de no injerencia a potencias como Estados Unidos. Con todo, el presidente reelegido desestimó las voces agoreras en su discurso de victoria pues, reiterando una promesa de campaña, los votos de la mayoría en las urnas le darán el poder para hacer "grandes cambios" e intentar salir de la crisis económica en que entró el país durante su mandato.

Ante los augurios opositores y de la comunidad internacional sobre una implosión dentro de la revolución bolivariana o una cercana salida del poder, Maduro pidió que no lo sigan subestimando pues recordó que carga con estas amenazas desde que ingresó al palacio presidencial, que ahora aseguró bajo su control para otros seis años.

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