Charlie Gard, el bebé con una enfermedad rara que necesitaba dinero para tratarse en EEUU

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LE VISITARÁ LA PRÓXIMA SEMANA

El juez decidirá el futuro del pequeño Charlie Gard tras oír al médico que propone un tratamiento experimental

El neurólogo estadounidense Michio Hirano visitará el próximo lunes en Londres al bebé y hablará con los jueces. Su tratamiento ofrece un 10 % de probabilidad de fortalecimiento de los músculos y de una "pequeña, pero significativa", mejora de la función cerebral.

El neurólogo estadounidense Michio Hirano visitará el próximo lunes en Londres al bebé británico Charlie Gard, enfermo terminal y al que sus padres quieren mantener con vida artificialmente en contra de la opinión médica, informaron fuentes judiciales.

Hirano, especialista en miopatías y enfermedades mitocondriales, se ha ofrecido a administrar un tratamiento experimental al niño de 11 meses, el cual, asegura, arroja un "10 % de probabilidad de fortalecimiento de los músculos" y de una "pequeña, pero significativa", mejora de la función cerebral.

El neurólogo del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, se reunirá con el equipo que trata al pequeño en el hospital londinense de Great Ormond Street, el cual aboga por desconectarlo de las máquinas que le mantienen con vida a fin de que pueda morir con dignidad. Charlie padece el síndrome de depleción de ADN mitocondrial, una enfermedad rara que inhabilita la capacidad del cuerpo de dar energía a los músculos, hasta que el afectado sufre un fallo respiratorio total.

El niño no tiene actualmente ninguna función activa, pero sus padres aseguran que "no está sufriendo". El juez Nicholas Francis de la División de Familia del Tribunal Superior de Londres, que anteriormente ya falló a favor del hospital londinense (como también el Supremo y la Justicia europea), revisará la semana próxima los argumentos del doctor Hirano, quien afirma que desde abril han surgido nuevas pruebas sobre la potencial eficacia del tratamiento experimental.

En el primer juicio, el magistrado concluyó, el 11 de abril, que ese tratamiento causaría dolor y no mejoraría la situación del niño. El Great Ormond Street Hospital de Londres volvió a recurrir a la Justicia el pasado lunes, después de que los padres de Charlie, Chris Gard y Connie Yates, presentaran varias opiniones médicas, incluida la de Hirano, favorables a probar en el pequeño esa terapia de nucleósidos, que no ha sido testada siquiera en ratones.

Se prevé que el juez Francis se pronuncie dentro de unos días sobre si las nuevas pruebas de las que habla Hirano justifican que el bebé sea mantenido con vida y trasladado a otro país para recibir tratamiento. Yates y Gard, residentes en Londres, han protagonizado una intensa campaña internacional para lograr que su hijo pueda seguir siendo tratado y han contado con el apoyo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el papa Francisco.

Sus representantes legales pidieron calma a sus numerosos seguidores, entre ellos varios grupos religiosos estadounidenses, después de que hayan proliferado las amenazas en internet contra los jueces y los abogados de la otra parte. La pareja ha recaudado medio millón de firmas en apoyo de su causa y 1,3 millones de libras (unos 1,5 millones de euros) para financiar el tratamiento del niño en un hospital estadounidense o de otro país.

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