Universidad de Harvard

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TRES CONVICTOS POR DELITOS DE VIOLENCIA

Un grupo de presos gana al equipo de debate de Harvard

En un lado del escenario, tres convictos condenados por delitos de violencia. En el otro, tres estudiantes de la prestigiosa Universidad de Harvard. El objetivo de ambos: ganar un torneo de debate. Sin embargo, el equipo ganador no ha sido el de los estudiantes, como era previsible, sino que los vencedores de la dialéctica fueron los presos.

Un equipo de debate de reclusos del Eastern New York Correctional Facility ha ganado la batalla dialéctica a tres estudiantes de Harvad.

El evento tuvo lugar a mediados de septiembre como parte de la 'Iniciativa de la Prisión de Bard', un programa dirigido por el Bard College que tiene como fin proporcionar educación universitaria a personas que se encuentren en la cárcel, brindándoles así una segunda oportunidad, tal y como relata el diario 'Wall Street Journal'.

Este club de debate cuenta con un largo historial de victorias a sus espaldas desde que comenzara a competir en la primavera del 2014. Entre otros, han derrotado al equipo clasificado a nivel nacional de la Universidad de Vermont y al de la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point, dentro del estado de Nueva York. Aún así, la victoria frente al Harvard College Debating Union ha sido todo un logro para este grupo.

Irónicamente, en esta ocasión se vieron obligados a defender una postura con la que estaban completamente en desacuerdo. El destino les hizo mostrarse a favor de la siguiente afirmación: "Los colegios públicos de los Estados Unidos deberían tener la capacidad de negarle la inscripción a los estudiantes indocumentados".

Sin embargo, de eso trata el debate. De defender lo que, en otras circunstancias, los participantes podrían considerar indefendible.

Carlos Polanco, un convicto de 31 años que se encuentra en prisión por homicidio involuntario, le confesó a dicho diario que a él nunca le hubiera gustado evitar que un niño asistiera a la escuela, pero que estaba agradecido por la oportunidad que le había brindado el Bard College. "Nos hacen creer en nosotros mismos", explicó.

Por su parte, el equipo de Harvard se quedó impresionado con la indiscutible preparación y la inesperada línea de argumentación del club de los presos. "Nos pillaron por sorpresa", reconoció la joven estudiante de 20 años Anais Carell, de Chicago.

La iniciativa del Bard College está obteniendo resultados muy positivos. Gracias a ella, más de 300 presos han podido estudiar un grado universitario mientras cumplían su condena y menos del dos por ciento ha reincidido desde su salida de la cárcel.

Por el contrario, cerca del 40% de los exconvictos vuelven a prisión, de acuerdo con el Departamento de Corrección y Supervisión de Nueva York.

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