El grupo terrorista Estado Islámico ha infiltrado más combatientes a Ramadi mientras las fuerzas de seguridad iraquíes y los paramilitares chiíes mantienen sus esfuerzos de recuperar esta ciudad del oeste del país tomada por los islamistas hace una semana.
El grupo que lidera Abú Bakr al Baghdadi ha desplegado combatientes en Ramadi en preparación de la batalla contra las fuerzas de seguridad y los grupos paramilitares, que avanzan hacia la capital de Anbar.
Las fuerzas iraquíes han ganado terreno en el este de la ciudad desde que lanzaron una contraofensiva el sábado, una semana después de verse arrolladas por los insurgentes, y este lunes se han hecho con una zona al sur de la ciudad.
Fuentes policiales han indicado que las fuerzas de seguridad, respaldadas por la milicias chiíes que apoya Irán, y combatientes tribales suníes reclutados en la zona han recuperado zonas de Al Tash, 20 kilómetros al sur de Ramadi, que se encuentra a unos 100 kilómetros de Bagdad.
Residentes de Ramadi han señalado que camiones cargados de combatientes de Estado Islámico llegaron el domingo por la noche antes de dispersarse por toda la ciudad.
Abu Saed, que vive en el barrio de Oficiales, ha relatado que pudo ver "dos camiones de los que bajaban decenas de combatientes con armas y que corrían rápidamente hacia los edificios próximos y se ponían bajo cubierto".
Otro residentes ha dicho que al menos 40 milicianos bajaron de otros tres camiones que llegaron al distrito de Al Tamim, en el sur, hacia las 20:00 horas. "Llevaban armas e iban vestidos principalmente de camuflaje con cinturones de explosivos en torno a su pecho", ha precisado Abu Mutaz. "Hablaban en dialecto árabe, no eran iraquíes", ha añadido.
