Verdugo de Daesh

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NATURAL DE BIRMINGHAM

Declaran culpable de pertenecer al Daesh a una británica de 26 años que viajó a Siria

Tareena Shakil es la primera mujer del Reino Unido que regresa de Siria. En una salida a hacer recados, subió a un autobús para escapar de los terroristas. Tuvo que sobornar a un taxista para llegar a la frontera con Turquía y coger el vuelo de vuelta a Europa.

Una británica de 26 años que llevó a su hijo pequeño a vivir a Siria y posteriormente escapó de ese país fue declarada este viernes culpable de pertenecer al grupo terrorista Daesh por un tribunal del Reino Unido. Tareena Shakil es la primera mujer del Reino Unido que regresa del autodenominado "califato" para ser procesada en este país por su supuesta pertenencia al grupo yihadista.

La mujer, natural de Birmingham (norte de Inglaterra), también ha sido encontrada culpable de alentar a cometer actividades terroristas mediante mensajes y fotografías colgados en la red social Twitter, donde se la podía ver con un pasamontañas negro con el logo del Daesh, al igual que a su hijo pequeño, cuya edad no ha trascendido a los medios.

Si bien la acusada admitió haber viajado a Siria, donde según su versión deseaba simplemente vivir bajo la "sharia", o ley islámica, ha negado el resto de los cargos contra ella. Durante un proceso que ha durado dos semanas, el jurado ha podido ver los mensajes, imágenes y tuits colgados por la mujer, que en algunos casos portaba la bandera negra del Daesh, así como pasajes en los que la británica animaba a la gente a "coger las armas".

Además, Shakil había expresado su deseo de convertirse en "mártir", tan solo tres semanas antes de escapar de Siria, en respuesta a la petición de su padre para que regresara al Reino Unido.

Según la Fiscalía, Tareena Shakil voló a Turquía el 20 de octubre de 2014 junto con su hijo y, tras cruzar la frontera, se desplazó a la ciudad siria de Al Raqqa, considerada bastión del Daesh, para posteriormente regresar al Reino Unido en febrero de 2015, donde la policía procedió a su detención inmediata.

Shakil admitió que "cometió un error" al haber llevado a su hijo a Siria para unirse al Daesh y relató durante el proceso que militantes yihadistas la habían retenido en una mansión junto con otras mujeres solteras, donde vigilaban el uso que hacían del teléfono e internet.

Al contar cómo logró escapar de los yihadistas, la mujer dijo que aprovechó una salida para hacer recados para coger un autobús y añadió que tuvo que sobornar a un taxista para que la acercara a la frontera con Turquía.

Considerada una mujer muy inteligente, Shakil comenzó estudios de comunicación, cine y psicología en la Universidad de Wolverhampton, que dejó cuando conoció al padre de su hijo, un hombre que la maltrataba físicamente y que la abandonó para marcharse al Yemen "a comenzar una nueva vida", un hecho que, según ella, la dejó "perdida" y "rota".

La defensa de Shakil alegó que la mujer fue "reclutada" por el Daesh en un momento de su vida "muy vulnerable" y que huyó a Siria para escapar de "una vida familiar infeliz". La propia mujer dijo durante el juicio que los mensajes interceptados por la policía en los que supuestamente hacía apología del terrorismo fueron escritos "bajo coacción".

La defensa también esgrimió como argumentos que Shakil regresó de Siria porque allí se sentía "infeliz", y ella misma admitió ante el jurado que volvió al Reino Unido por su "propia voluntad", pues se había dado cuenta de que había "cometido un error".

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