Publicidad

SEGÚN INFORMA EL DIARIO 'LE MONDE'

Un colegio de Marsella pide que se levante un muro para evitar los disparos de bandas

Padres y profesores del centro han solicitado un muro de 30 metros para proteger a los alumnos de los posibles disparos que se produzcan en el exterior al situarse en una zona afectada por la delincuencia. No obstante, un concejal del Ayuntamiento dijo estar en contra de erigir un muro, porque sería "aceptar un gueto, una zona sin ley", y prefiere que la respuesta llegue de la Policía.

Un colegio de Marsella, en el sureste de Francia, ha pedido que se levante un muro de treinta metros de largo para proteger a los alumnos de posibles disparos de fusiles de asalto kalashnikov, al situarse en una zona afectada por la delincuencia. Padres y profesores de ese centro de educación infantil, informa el diario 'Le Monde', reclaman la construcción del parapeto, especialmente después de que tras las vacaciones escolares del pasado febrero, se encontrara un casquillo de bala en el patio.

Marsella es una de las ciudades de Francia más afectadas por el tráfico de drogas

"La gente se entrena con kalashnikov en las calles de Marsella. Por eso he llegado a pedir que se levante un muro en un colegio para que las balas de kalachnikovs o de ametralladoras no terminen en el patio de recreo", dijo en los micrófonos de "RMC" la senadora socialista y alcaldesa de uno de los distritos de Marsella, Samia Ghali. Desde el colegio, situado junto a la barriada de La Castellane, en el norte de la ciudad, los alumnos escuchan disparos de vez en cuando y la policía patrulla durante la entrada a las clases para evitar problemas con traficantes de droga en la zona.

"Hay peligro en el barrio. Recientemente he visto desde la ventana disparos entre dos coches. A mis hijos no les dejo que bajen a jugar a la calle", comentó a la cadena de televisión 'BFM TV' Mohamed, un vecino del barrio. Otros residentes, aunque temen que una bala perdida pueda terminar hiriendo o matando a un menor, creen que "encerrar" a los niños detrás de un muro, como si estuvieran en prisión, "no es una buena idea", indicó a ese mismo canal una madre de familia.

El concejal adjunto para la Seguridad de Marsella, Valérie Pozmentier, también dijo estar en contra de erigir un muro porque sería "aceptar un gueto, una zona sin ley", y prefiere que la respuesta llegue a través de las fuerzas de seguridad. El Ayuntamiento ha desbloqueado una partida de urgencia de 4 millones de euros para los colegios de la ciudad ya que el centro Bricarde no es el único centro afectado. En otros establecimientos, también están acostumbrados a recoger casquillos del patio o cambiar los cristales por impactos de bala.

Marsella es una de las ciudades de Francia más afectadas por el tráfico de drogas que generan ajustes de cuentas, el último en la noche del sábado al domingo, cuando en uno de los barrios del norte de la localidad tres hombres murieron y otros tres resultaron heridos en un tiroteo. Desde comienzos de año se contabilizan una decena de muertes violentas en Marsella atribuidas a ajustes de cuentas entre grupos de delincuentes. En 2015 fueron en total 18 los fallecidos.

Publicidad