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FINANCIA SUS OPERACIONES

Un cirujano plástico opera gratis a mujeres víctimas de ataques con ácido

Alan González es un cirujano plástico que al principio de su carrera quería dedicarse a la ginecología. Sin embargo, tras presenciar una operación de estética decidió que era eso lo que le gustaba. Después de especializarse, comenzó a operar a personas que se habían prendido fuego para quitarse la vida. Desde entonces, ayuda a mujeres que han sido víctimas de ataques con ácidos sin cobrar nada por ello.

Alan González, un joven colombiano, es un cirujano plástico a quien en principio le hubiera gustado ser ginecólogo. Sin embargo, durante un turno en la clínica de Palermo tuvo que ayudar en una cirugía reconstructiva. González cuenta que recuerda que se trataba de una "cirugía de cara" que se alargó siete horas. Pero el tiempo se le pasó tan rápido que decidió que era eso lo que le gustaba, cuenta en medio El Espectador.

Así fue como Alan González decidió especializarse en cirugía plástica, y como llegó al hospital Hermanos Almejeiras de La Habana, en Cuba. Dice que el hospital, que contaba con 25 plantas, solo tenía una para cirugía, y tan solo 22 camas reservadas para operaciones de cirugía estética y 10 para cirugía reconstructiva.

Pese a este reducido número de camas y espacio para este tipo de pacientes, González no se esperaba que cada año se realizaran entre 2.500 y 2.800 procedimientos estéticos, porque están incluidos en el esquema de salud del país.

En cuatro años que pasó en el hospital, operó a más de 1.500 pacientes. Dice que era frecuente que la gente de la isla se prendiera fuego o se inmolara para quitarse la vida, pero los que no morían quedaban con quemaduras en la piel y secuelas muy complejas en las vías respiratorias que tenía que tratar en su planta. Por ello, no solo se especializó en cirugía plástica, sino que también aprendió caumatología, que es la especialidad que se encarga de tratar a pacientes quemados.

Cuando volvió a Cuba quería dedicarse solo a la cirugía estética, no a la parte que se encarga de las quemaduras. Sin embargo, le llamaron de un programa de televisión que contaba las historias de mujeres atacadas con ácido.

Cuenta que la primera afectada que llegó era una niña de 16 años que llevaba un pasamontañas y a quien solo se le veían los ojos. Dice que la triste mirada de la pequeña hizo que cambiara de opinión y decidiera ayudarlas. Desde entonces, Alan González ha operado a 11 mujeres en seis años y ha hecho más de 176 reconstrucciones.

Pero además, González financia a todas sus pacientes con un fondo que creó y al que destina entre el 3 y el 8% de cada cirugía estética.

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