El antes y el después de la bloguera

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DECIDIÓ AMAR SUS MICHELINES

Una bloguera, feliz tras engordar cinco kilos: "La felicidad no depende del cuerpo, pero sí de la relación que se tiene con él"

La joven francesa ha publicado en Instagram dos fotografías para mostrar cómo es su cuerpo después de haber engordado. Sin embargo, en vez de estar triste por ello, ha acompañado la publicación con un texto en el que explica que "el placer es más importante que la frustración" y que ha dejado de centrarse en ser una 'fit girl' para ser "mi propia versión".

La bloguera francesa Ely Killeuse ha compartido una fotografía en Instagram que cuenta ya con más de 5.500 'me gusta' y más de 200 comentarios que alaban su cambio físico y las razones para ello.

La joven, de Estrasburgo, explica en su red social que después de haber engordado 5 kilos es más feliz que antes, tal y como muestra en la publicación, en la que aparecen dos fotografías con el antes y el después.

En el texto que acompaña a las imágenes, Ely explica que el placer es más importante que la frustración y que después de haber comido sano, haber hecho deporte e incluso intensificar sus sesiones de ejercicio, ha decidido disfrutar de la vida.

Explica que ha dejado de estar una hora en un restaurante decidiendo sobre qué debería comer, porque quería una hamburguesa pero se decía a sí misma "no, eso no está bien, tengo que tener cuidado", y en lugar de ello, se decantaba por una ensalada sin tocino, sin queso y sin nada de pan.

"Dejé de babear frente a la hamburguesa de mi novio y me detuve en el pruébame", explica la joven, que dice también que dejó de centrarse "en lo que entendemos por 'fit girl' para ser mi propia versión".

Cuenta además que dejó de hacer deporte con la intención de bajar de peso y para compensar comidas copiosas y que empezó a hacerlo por placer o cuando sentía la necesidad.

Añade que un día "comprendí que me quiero lo suficiente como para no infligir todo esto, me di cuenta de que tenía el derecho a amar mis michelines y de que el bienestar y la serenidad valían más que mis abdominales" y concluye asegurando que "la felicidad no depende del cuerpo, pero sí de la relación que se tiene con él".

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