Militares belgas en el barrio de Molenbeek

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INCREMENTO DE 300 MILITARES

Aumentan a 1.800 los efectivos militares desplegados para la seguridad en Bruselas

La operación, llamada "Vigilante guardián" por las autoridades belgas, pretende reforzar especialmente la seguridad de la red de metro, que este lunes funciona a un 75 % de su capacidad por primera vez desde el atentado contra la estación de Maelbeek.

Los militares desplegados en las calles de Bruselas se incrementaron en 300 desde este este lunes, con lo que la cifra total de soldados que patrullan la ciudad para garantizar la seguridad tras los atentados del 22 de marzo asciende a 1.800.

La operación, llamada "Vigilante guardián" por las autoridades belgas, pretende reforzar especialmente la seguridad de la red de metro, que este lunes funciona a un 75% de su capacidad por primera vez desde el atentado contra la estación de Maelbeek.

El Sindicato Libre de la Función Pública de Defensa (SLFP) indicó en un comunicado que recoge la agencia Belga que el refuerzo de militares atenderá las nuevas estaciones de metro que han reabierto, día en que se reincorporan los alumnos a las clases tras dos semanas de vacaciones escolares.

"Como siempre, los militares responderán concienzudamente a la petición, pero la situación empieza a ser poco a poco insostenible", señaló uno de los dirigentes de ese sindicato, Gilles Van Oosthuijze.

El SLFP pide una "solución estructural" para poner fin al sistema de "ir tapando agujeros" al que se enfrentan los militares, como demuestra, por ejemplo, que los soldados tengan que compartir entre ellos casco cuando se dan el relevo en las calles.

"Hay pocos medios para tales operaciones", apuntó, y recordó que todavía deben pedir prestados a efectivos estadounidenses los chalecos antibalas.

El sindicato solicita que los 100 millones de euros que quedan por asignar de los 400 aprobados el año pasado por el Gobierno federal para luchar contra el terrorismo se destinen a equipar mejor al personal militar y a prever entrenamientos para poder realizar una rotación mayor.

Por otra parte, el retorno después de las vacaciones ha dejado en las carreteras de la región de Bruselas grandes atascos desde primera hora de la mañana.

Los controles de seguridad en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem, también blanco de los atentados del 22 de marzo, han dejado abierto sólo un carril de la carretera que llega hasta el aeródromo, lo que ha colapsado la circunvalación de la ciudad.

Muchos pasajeros que intentaban llegar al aeropuerto decidieron dejar los taxis en los que viajaban y andar con las maletas por el arcén de la autovía, informó la cadena pública francófona RTBF.

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