Una pareja de recién casados en Manila

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EN FILIPINAS

350 parejas se dan el "sí quiero" en Manila para celebrar San Valentín

Ha sido en una ceremonia conjunta repleta de humor y emoción. San valentín es una de las fechas más celebradas y festejadas en Filipinas. Gracias a esta iniciativa, 700 personas que hasta ahora no habían podido, han contraído matrimonio. Además de la boda, también se le ha entregado a cada pareja recién casada comida y un sobre con unos 16 euros para que celebren el enlace.

Unas 350 parejas se dieron el "sí quiero" en Manila en una ceremonia conjunta cargada de humor y emoción con la que los recién casados quisieron celebrar el día de San Valentín, una de las fechas más festejadas en Filipinas.

Los 700 residentes de barrios humildes de la capital, ataviados con sus mejores galas y acompañados por unos 500 familiares, abarrotaron el polideportivo de San Andrés, decorado para la ocasión con arreglos florales y globos en forma de corazón.

La ceremonia, oficiada por el alcalde de Manila y expresidente de Filipinas, Joseph Estrada, era una ocasión particularmente especial para muchos de los contrayentes, que por fin conseguían sellar su compromiso tras años de convivencia y muchos obstáculos en el camino.

Entre todos los presentes destacaba la pareja decana, la que más tiempo llevaba de espera para contraer matrimonio. "Llevamos 42 años siendo pareja, tenemos una hija en común, pero no nos pudimos casar antes porque nuestros familiares no nos lo permitían", cuenta un hombre de 74 años. Su mujer, de la misma edad, pertenecía a la Iglesia Independiente de Filipinas, en la que está mal visto contraer matrimonio con una persona ajena a ese culto.

"En cuanto la vi me sentí atraído por ella, pero a sus padres no les hacía ninguna gracia que se casara conmigo porque no era de los 'suyos', así que hemos estado 42 años juntos sin pasar por el altar por respeto a nuestros mayores", explica el hombre ante la atenta mirada de su flamante esposa. "Hemos convivido durante cuatro décadas, hemos tenido una hija, pero nada de casarse. Ahora nuestros mayores están todos muertos... ¡o sea que podemos hacer lo que nos dé la gana!", exclama aliviado el marido.

La gran mayoría de los contrayentes, todos ellos de la zona centro de Manila, decidieron pasar por el altar de esta peculiar forma porque no cuentan con los medios económicos para hacerlo de otra manera. "Muchos de estos ciudadanos están aquí porque quieren formalizar su relación, pero no tienen dinero para pagar siquiera una iglesia en la que casarse", afirma el director de la Oficina de Registros de la capital.

El Ayuntamiento de Manila se ha gastado unos 6.500 euros para que estas 350 parejas puedan formalizar su relación. "Este tipo de ceremonias las hacemos todas las veces que podemos, porque para los filipinos la familia y la unidad son dos conceptos muy importantes", añade el director de la Oficina de Registros.

Además de una ceremonia gratuita, las novias recibieron un pequeño ramo de flores, los novios una flor para lucir en la solapa y cada pareja se llevó también algo de comida y un par de sobres con unos 16 euros para festejar el enlace.

Una de las parejas ganó un premio especial de 90 euros por aguantar el mayor tiempo dándose el primer beso de casados, que se prolongó durante varios minutos. "Ha sido un beso muy, muy largo, pero ha merecido la pena", afirma un joven de 34 años. El dinero del premio lo invertiremos en nuestro negocio, que es lo que nos da de comer y nos hace felices", comenta.

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