Es el día de la moda más alternativa. En la Feria de Madrid, se mezclan los estilos más clásicos con los más transgresores. Una moda que rompe los esquemas y que no siempre gusta a los más tradicionales.

A veces se busca la provocación. Manuela, asistente de la Fashion Week Madrid, reconoce que le encanta descolocar a la gente con su peculiar atuendo. Y a otros les es indiferente ser el centro de todas las miradas.

Todos quieren crear su propio estilo. Y para ello recurren a la ropa vintage, prendas antiguas que no pasan de moda. Priman el estilismo por encima de la comodidad y no les importa sufrir con tal de ir a la última.

En cuanto al dinero, la mayoría coincide en que ir a la moda es cuestión de imaginación y creatividad, aunque alguna asistente confesaba gastarse hasta 1000 euros al mes en ropa.

Amantes de la moda que cogen ideas de las pasarelas que en muchas ocasiones, también son fuente de inspiración para los diseñadores.