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EN EL CASTILLO DE WINDSOR

El 'sí quiero' del príncipe Harry levanta las risas de los invitados a su boda con Megan Markle

El momento más importante de la boda del príncipe Harry y Meghan Markle ha sido cuando se han dado el 'sí quiero'. El nieto de la reina Isabel II ha arrancado una sonrisa a todos los presentes.

El arzobispo de Canterbury casó a los ahora duques de Sussex después de que el primado de la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos, Michael Curry, pronunciara una apasionado discurso sobre el poder del amor para "ayudar y curar".

"Hay poder en el amor. El amor puede ayudar y curar cuando nada más puede hacerlo", dijo el reverendísimo afroamericano, antes de hacer reír a la congregación al afirmar que "dos jóvenes se enamoran y todos nos presentamos" en la capilla.

Meghan Markle llegó al templo en un antiguo Rolls-Royce Phantom IV, que la llevó desde el hotel Clividen, ubicado cerca de la ciudad de Windsor y donde pasó la noche con su madre, Doria Loyce Ragland.

La prometida de Enrique entró sola en la capilla acompañada por diez niños que hacen de damas de honor y pajes, entre ellos el príncipe Jorge y la princesa Carlota, hijos de los duques de Cambridge, hasta que el príncipe Carlos, heredero al trono, la tomó del brazo para conducirla hasta el altar.

La ceremonia estuvo cargada de momentos de gran simbolismo y emoción, pero sin duda el 'sí quiero' será recordado por todos. El príncipe Harry al mostrar su amor a Meghan arrancó una sonrisa a todos los invitados.

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