Acto del PSOE en Vistalegre

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BLANCO ADMITE QUE EL OBJETIVO ES "GANAR"

Zapatero dice que los cambios en precampaña no tienen que ver con su sucesión

El presidente y el vicesecretario general del PSOE justifican la suspensión del mitin multitudinario en Vistalegre y la presencia de Zapatero en todas las Comunidades Autónomas.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado que los cambios que ha introducido la dirección del PSOE en la precampaña electoral, con la supresión del mitin multitudinario de Vistalegre en el que él iba a participar, no tienen que ver con su eventual sucesión.

Ha sido preguntado en los pasillos del Congreso a su entrada en el hemiciclo por la decisión del Comité Electoral del PSOE de suspender el mitin previsto para el 3 de abril en la madrileña plaza de toros de Vistalegre y reprogramar todos los actos de campaña y precampaña.

Tras señalar que donde él estaba citado a hablar era en el Congreso, ha respondido con un escueto "no" cuando se le ha preguntado directamente si esas modificaciones tenían que ver con su hipotética sucesión. Y cuando se le ha pedido su opinión sobre la suspensión del mitin de Vistalegre, se ha limitado a decir: "Bien, bien".

Poco antes, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha eludido también dar explicaciones porque, ha dicho "las estrategias no se cuentan", si bien ha dejado claro que él diseña la campaña "para ganar las elecciones".

El acto suprimido iba a ser el pistoletazo de salida de la precampaña socialista y, según fuentes de la dirección federal del PSOE, se ha cancelado para evitar convertir las elecciones de mayo en un plebiscito a Zapatero, como pretende el PP.

Blanco ha precisado que la decisión de anular ese gran acto se acordó en el Comité Electoral celebrado el lunes por la tarde, que también determinó reprogramar la campaña para centrarla en el ámbito autonómico y municipal.

Una resolución que ha pillado por sorpresa a dirigentes y diputados socialistas, que hoy no podían ocultar en los pasillos del Congreso su desconcierto ante la supresión de un acto emblemático como el de Vistalegre, una plaza que el PSOE considera casi como un talismán desde que Zapatero fue proclamado candidato a la Presidencia del Gobierno en el año 2002 en ese escenario.

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