Susana Díaz está convencida de que "tarde o temprano", según ha dicho, será la próxima presidenta de la Junta de Andalucía, "sigue con la mano tendida" a todos los partidos y espera que de aquí al viernes dejen el "tacticismo" electoral y le permitan poner en marcha su programa inmediatamente.
La socialista lanzaba ayer su propuesta y esta mañana, el portavoz del PSOE, prefería no opinar. Antonio Hernando ha explicado que "se valorarán en el programa electoral que se va a elaborar próximamente".
Las autonómicas primero y las generales después van a cambiar el reparto del poder. Los más pequeños, los que siempre reclamaron un cambio en la ley electoral, temen ahora perder puestos en el hemiciclo, por eso ponen condiciones para cambiar el sistema.
Desde Izquiera Unida piden que un voto valga igual en todos los sitios.Y Rosa díez añade que no modifiquen "la ley para que la desigualdad se consagre".
Ante el fracaso de un acuerdo entre los grandes partidos para desbloquear la situación, todas las miradas están puestas en los nuevos grupos que han entrado en el Parlamento: Podemos y Ciudadanos, cuyas abstenciones (el primero tiene 15 diputados y el otro 9) facilitarían la investidura de Díaz, pero ambos han alzado el listón de sus exigencias para dejarla gobernar. Albert Rivera declara que no es partidario de "poner una ley que diga que la lista más votada gobierna. Lo que sí soy partidario es de que la lista más votada, empiece a hablar con los demás".
El Partido Popular ya propuso el pasado verano que los alcaldes pudieran ser elegidos en segunda vuelta y entonces el PSOE dijo no. Rafael Hernando Fraile, el portavoz del PP, expone que "sorprende que lo que ayer era un fraude democrático, hoy se pretenda mostrar por parte de esas mismas personas que hicieron esas descalificaciones como algo profundamente democrático".
Los populares creen que ahora Susana Díaz busca soluciones ante la falta de apoyos para gobernar. Consideran que "a día de hoy" tampoco ve probable que Díaz logre la investidura el próximo viernes, al considerar que sus propuestas son las de "una gran ilusionista" y que su programa es "lo más alejado del cambio".
Susana Díaz tendrá que esperar al viernes para ver si algún partido cambia de opinión y le permite la investidura como presidenta andaluza, un camino que se le ha puesto cuesta arriba, pero que deja un margen de más de dos días a la negociación para garantizarse las abstenciones necesarias.
