Los promotores de Sortu ante el ministerio del Interior

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CONCLUSIONES DEL AUTO DEL TRIBUNAL

El Supremo dice que ETA quería Sortu para volver a negociar con el Gobierno

“Es ETA, a través de su comunicado de ‘alto el fuego’, la que pone en marcha el proceso de legalización, proceso de ‘mínimos democráticos’, que también abre la puerta a la negociación”, dice el auto del Tribunal, según La Razón.

“Sortu es creada por Batasuna para que, como partido político, le suceda en la actividad que ha venido desempeñando durante muchos años de ser el brazo político de ETA en las instituciones”. Es una de las principales conclusiones del auto del Tribunal Supremo con el que se cierra la posibilidad de que sortu quede inscrito como partido y concurra en las próximas elecciones municipales, según publica el diario La Razón.

En la resolución del Supremo, de 216 folios, se explica que la creación de Sortu es una estrategia perfectamente diseñada por ETA. Explica que la nueva “marca” electoral con la que quería estar en las elecciones contó desde un principio con la “aprobación” de la banda, que fue su “impulsora”  y que “tutela y alienta” la creación del partido que iba a sustituir a Batasuna.

Concluye que la banda terrorista fue la que inició el proceso de legalización de Sortu: “Es ETA, a través de su comunicado de ‘alto el fuego’ –el pasado enero–, la que pone en marcha el proceso de legalización, proceso de ‘mínimos democráticos’, que también abre la puerta a la negociación”. Para el Alto Tribunal, la banda quería la nueva marca para volver a negociar con el Gobierno.

En un documento llamado “Proceso democrático”, incautado a presuntos miembros de Ekin o ETA, se explica esa “estrategia de negociación”. Tenían pensado “formar el gallinero de partidos, en vez de repetir el modelo triángulo”, en alusión al proceso de negociación de Batasuna con PSOE y PNV en 2006.

La concreción de ese “gallinero de partidos” pasaba por una “alianza política” con Eusko Alkartasuna. Pero el texto se refiere también a un posible “acuerdo entre ETA y el Estado”, en el que se acordarían las condiciones “que necesita el proceso”.

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