Andoni Alza haciendo manualidades

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ANDONI ALZA HERNÁNDEZ

Un preso de ETA da clases de español en la cárcel para pagar sus deudas con el Estado

Andoni Alza Hernández, que cumple condena en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca, imparte clases de español para otros internos extranjeros en la prisión para hacer frente a sus deudas con el Estado.

Andoni Alza Hernández, uno de los 23 presos de ETA que cumple condena en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca imparte clases de español para otros internos extranjeros en la prisión para hacer frente a sus deudas con el Estado en concepto de responsabilidad civil por los crímenes cometidos durante su etapa como terrorista, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

En concreto, Alza, quien fue acercado al penal vasco a principios de año procedente de la cárcel de Burgos, comenzó sus funciones como profesor de castellano entre finales de abril y principios de mayo hasta el mes de agosto en el que se interrumpieron las clases, si bien este mes ha retomado su actividad docente, según precisaron las mismas fuentes consultadas.

La remuneración que recibe este preso por sus servicios en prisión es de unos 300 euros al mes, de los cuales, los presos suelen destinar al pago de su responsabilidad civil una cantidad que oscila entre los 80 y los 150 euros al mes. Ese dinero no va destinado a las víctimas, sino al Estado que es quien previamente asume el pago de las indemnizaciones a los damnificados del terrorismo en el momento en el que han sido objeto de algún atentado.

El pago de la responsabilidad civil puede ser determinante para acceder a beneficios penitenciarios, es de obligado cumplimiento para cualquier preso de ETA que pretenda acogerse al tercer grado penitenciario, acudir a la prisión sólo para dormir.

Además, tienen que haber cumplido al menos la mitad de su condena, haber acreditado su arrepentimiento y mostrar su disposición a colaborar con la Justicia. Sin embargo, este último requisito no suele ser cumplido prácticamente por ninguno de los presos, según las fuentes consultadas.

Andoni Alza Hernández llegó a Nanclares de Oca después de que en enero diera el paso, junto a otros cinco terroristas, de manifestar rechazo a la violencia y su salida voluntaria de la disciplina de ETA así como su Colectivo de Presos (EPPK). Asimismo, en mayo firmó otra carta junto a otros siete reclusos en la que por primera vez se apuntaba a la posibilidad de pedir perdón a sus víctimas.

Nacido en 1965 en Salamanca, Andoni Alza fue un terrorista reincidente que llegó a ser detenido en tres ocasiones. La primera vez tuvo lugar en San Sebastián el 10 de octubre de 1984 acusado de formar parte de un comando de información de la banda terrorista. Tras cumplir una condena de tres años volvió a ser arrestado en 1989, en este caso por intentar incendiar el edificio de Hacienda en la capital donostiarra.

La tercera y última detención se produjo el 8 de octubre de 1991, acusado de formar el denominado 'comando Mendy' por lo que fue condenado a una pena de 30 años. Entre otras acciones se les atribuyeron el ataque a las instalaciones de la Renfe en Rentería (Guipúzcoa). Se le acusó de los delitos de integración en banda terrorista, tenencia de armas, depósito de explosivos. Su salida de prisión no está prevista hasta el año 2018 en virtud de la 'doctrina Parot'.

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