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DIVISIÓN ENTRE ICV y Podem

CSQP escenifica su división interna durante el debate de la ley del referéndum

La marca de Podemos en Cataluña ha sido especialmente dura en el Parlamento catalán. Pero lo cierto es que este partido está dividido entre los que están dispuestos a respaldar la celebración del referéndum y los que piden un referéndum pactado.

Catalunya Sí Que Es Pot ha escenificado su división interna durante el debate de la Ley del Referéndum, en el que dos de los partidos que forman parte de este grupo, ICV y Podem, han querido marcar perfil propio respecto al eventual referéndum de independencia del 1 de octubre.

Justo cuando el presidente de Catalunya Sí Que Es Pot en el Parlament, Lluís Rabell (independiente, pero afín a ICV), se disponía a tomar la palabra para defender el posicionamiento de su grupo respecto a la ley del referéndum, el diputado Joan Giner (Podem) ha inquirido a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, si el tiempo de intervención podía repartirse en dos turnos, para poder fijar también su posición la formación morada.

Forcadell ha recordado al diputado de Podem que, de acuerdo con el reglamento de la Cámara catalana, esa decisión correspondía al portavoz de CSQEP, Joan Coscubiela (ICV), que ha denegado la petición de Podem, y le ha concedido los quince minutos de intervención a Rabell.

La decisión de Coscubiela ha enojado a Podem: "Se ha visto coartada la posibilidad de reflejar la pluralidad" del grupo parlamentario, ha denunciado el líder del partido morado, Albano Dante Fachin, en los pasillos del Parlament. Fachin ha explicado que la intervención en este debate había provocado ya antes de su inicio un desacuerdo entre los partidos integrantes, ya que su partido reclamaba visualizar la pluralidad.

EUiA también ha protestado por boca de Joan Josep Nuet, que ha conminado a Coscubiela a respetar un presunto acuerdo previo. El debate y la votación de la proposición de ley de referéndum de autodeterminación ha generado tensión en los últimos días el grupo de las confluencias, dadas las divergencias entre los partidos que conforman el grupo parlamentario sobre el proceso soberanista y el eventual referéndum del 1 de octubre.

Al margen de dejar en evidencia esta división, Rabell ha asegurado en su intervención que el 1 de octubre "no tendrá lugar ningún acontecimiento que pueda ser catalogado como referéndum, ni tendrá reconocimiento internacional ni un carácter vinculante".

Ha criticado la "imposición de un procedimiento antidemocrático que ha vulnerado el reglamento del Parlament, la Ley del Consejo de Garantías y el Estatut", que además ha "amordazado" a la oposición. En este sentido, ha advertido de que la "actitud de las fuerzas independentistas aleja la posibilidad de grandes mayorías a favor del referéndum".

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