Otros concejales de Carmena sin sanción por sus comentarios en las redes sociales

A Pablo Soto, por ahora, no se le ha exigido ningún tipo de responsabilidad. Es concejal del ayuntamiento de Madrid desde hace 48 horas. Antes de eso, era sólo un activo tuitero no muy preocupado por el alcance de sus comentarios.

Hace año y medio la emprendió con el Gobierno en general. Empezó preguntando "cuántos años de cárcel caían por matar a un ministro", y luego la emprendió con el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón: “para mi próximo truco, necesitaré una guillotina, una plaza pública y a Gallardón".

Pero no sólo el poder político, también el financiero, era objeto de sus iras. "Ojo, que no es que yo quiera quemar bancos -escribía en esa misma época- es por su bien. Y por lo bonito que hace el fuego".

Este lunes, Soto ha cambiado el tono. "Muy de acuerdo -se puede leer a estas horas en su cuenta- en pedir perdón por los tweets que hayamos escrito que puedan herir".

Pero su querencia por los tuits violentos es común también a otros miembros del equipo de Manuela Carmena . Otro de los nuevos ediles del ayuntamiento madrileño, Jorge García Castaño, decía hace poco que "había llegado el día de empalar a Toni Cantó".

Como ninguno de ellos, en fin, parece que vaya a dejar el ayuntamiento, a ninguno le sustituirá Alba López Mendiola. La número 21 en la lista de Ahora Madrid escribió hace menos de un año que Emilio Botín "no debería haber muerto tranquilo en la cama", sino "en la calle o colgado".