Muchos sospechosos de corrupción pierden sus condecoraciones y distinciones

Son pocos los que tienen el privilegio de que a una calle le pongan su nombre. Pero si eso es difícil aún lo es más que, una vez colgado el cartel, lo retiren. Eso les pasó a los Duques de Palma, a Urdangarín y a la Infanta, en Mallorca.

A Rodrigo Rato le nombraron Doctor Honoris Causa en la Universidad de Alicante. Tres años después le han retirado el título. A Jordi Pujol también le han dado la espalda. Al expresident le han retirado la medalla de oro de la Ciudad de Barcelona. Una experiencia similar a la que va a vivir Isabel Pantoja. La Junta de Andalucía le exige que la devuelva. Manuel Chaves se la dio y Susana Díaz se la quita.

Hace un año, la Comunidad de Madrid le concedió a Francisco Granados la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo, en reconocimiento a su buen trabajo.