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NO DESPEJA LA INCÓGNITA ELECTORAL

Mas apela a la unidad de los independentistas y asume que debe tomar decisiones "de riesgo"

Sin revelar el desenlace de las negociaciones que siguen manteniendo CiU y ERC sobre cómo debe evolucionar el proceso tras el 9-N, Artur Mas ha agregado: "En las próximas semanas se deberán tomar nuevas decisiones complicadas y no exentas de riesgo".

El presidente catalán, Artur Mas, ha despedido el 2014 sin desvelar si habrá un adelanto electoral en Cataluña aunque ha asumido que en breve deberá tomar decisiones "no exentas de riesgo" como hizo el 9-N, apelando de nuevo a la "unidad" del soberanismo frente a un Estado que "nos quiere divididos".

En el tradicional mensaje institucional de Fin de Año, emitido desde el Salón de la Mare de Déu de Montserrat del Palau de la Generalitat, el president ha querido trasladar esta noche a los catalanes unas "breves reflexiones" sobre el momento "decisivo" y "trascendente" que, a su juicio, vive Cataluña, con cambios "importantes" a nivel económico, político y en materia de transparencia.

En un momento de negociaciones entre CiU y ERC de cara a convocatoria de unas plebiscitarias y la necesidad o no de una candidatura única soberanista, Mas no ha despejado la incógnita de si, finalmente, avanzará o no los comicios catalanes, aunque ha afirmado que en las "próximas semanas habrá que tomar nuevas decisiones complicadas y no exentas de riesgo".

Tras constatar que el 9-N estuvo "lleno de obstáculos", ante los que "no dudó en asumir personalmente las decisiones que creía más adecuadas", el president ha subrayado hoy que "también lo hará en los próximos pasos que nos toca hacer como país".

"Es mi responsabilidad como president, no huir de las decisiones, por difíciles que puedan ser. Mientras tenga la confianza que me habéis otorgado con vuestros votos, así lo haré. Y serán solo vuestros votos, cuando llegue el momento, los que configuren los escenarios de futuro que han de seguir guiando las riendas de nuestro país", ha dicho Mas en su alocución.

El presidente catalán ha apelado a la "unidad" de los soberanistas, unión que en su opinión es lo que "más teme" un Estado que "nos quiere divididos" y "cada uno por su lado": "Sabe que así somos más débiles y más vulnerables. Deberíamos de ser bien conscientes, tomar buena nota y actuar en consecuencia", ha aconsejado.

En este sentido, el jefe del ejecutivo catalán ha recordado que la unidad entorno al 9 de noviembre "nos dio fuerza como país", gracias a la implicación de la sociedad civil, de los voluntarios, de los partidos políticos y del Govern, pese a la "prohibición y toda la maquinaria institucional del Estado en contra" de la consulta soberanista.

El president, asimismo, ha afeado al Gobierno que un "ejercicio de democracia" como el del proceso participativo del 9 de noviembre, que debería ser el de "normalidad y no la excepción", haya terminado en querellas judiciales, en lugar de invitar al dialogo y a la negociación.

Otro de los capítulos destacados del mensaje institucional de Mas ha sido el de la transparencia y buenas prácticas en la administración y, aunque sin citar al expresidente catalán Jordi Pujol ni ningún caso de corrupción en concreto, ha llamado a "combatir" las irregularidades, a exigir "responsabilidades" cuando las cometa un gobernante o servidor público y a gestionar los recursos públicos "con el mismo cuidado que si fuesen nuestros".

El president ha recordado que este año se ha aprobado en el Parlament la Ley de Transparencia y las buenas prácticas de la Administración, lo que a su juicio sitúa a la Generalitat como pionera en la materia. La economía ha sido otro de los ejes destacados del mensaje de Fin de Año del president, ámbito en el que ha constatado un crecimiento económico desde el inicio de la crisis hace siete años, que se ve además acompañado de un descenso del paro. No obstante, el president ha reconocido que las desigualdades sociales "no se han reducido" y que la pobreza "no ha disminuido" pese a este leve crecimiento económico.

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