El gobierno asegura que se limita a aplicar la ley, para
evitar polémicas extradeportivas que puedan dar lugar a enfrentamientos. Pero
en Cataluña la decisión no la comparte ni el Partido Popular. El ejecutivo de
Mariano Rajoy señala que la respuesta a la polémica es clara y sencilla: la ley
está para cumplirla.
“Que alguien participe o deje de participar en un evento
deportivo porque se aplique la ley, me parece sorprendente”, afirma el ministro
de justicia, Rafael Catalá. Hasta ahí, era lo esperado. La sorpresa la aporta
el presidente de la Junta de Extremadura .
“Cuando un espectáculo deportivo se quiere convertir en otra
cosa, quien tiene la responsabilidad de tomar una decisión, en este caso la delegación
de gobierno, está en su pleno derecho”, asegura el socialista Guillermo
Fernández Vara.
Aunque otros en su partido no opinan lo mismo, como es el caso de Óscar López, vicecoordinador de Estrategia y Comunicación
del Comité Electoral del PSOE: “esto es la típica polémica alimentada
por el Partido Popular para que no se hable de otras cosas”.
En Cataluña, pocas veces hemos visto a todos los partidos de acuerdo en algo.
Ninguno respalda la prohibición. El presidente catalán, Carles Puigdemont, dice
que no irá al partido porque se prohíben símbolos que expresan deseos de
libertad. “Se trata de una decisión del todo injusta, del todo arbitraria y del
todo absurda”, apunta Neus Munté, portavoz del Govern.
Y la CUP hace un llamamiento a la desobediencia. Incluso Ciudadanos y el
Partido Popular no la ven con buenos ojos: “Y o no sé si es la decisión más
acertada, si es efectiva, y seguramente yo permitiría que cada uno entre con la
bandera que considera oportuno”, indica Xavier Albiol, líder de los populares
en Cataluña.
Albiol critica a Puigdemont por no ir al partido, y le recuerda
que el sábado, en el Vicente Calderón, sí estará la Señera, la bandera que representa a todos los
catalanes.